La temporada de Fórmula 1 está a punto de empezar y, por primera vez, el rendimiento de Red Bull se tambalea. Max Verstappen, ha sorprendido cuando ha dejado entrever en unas declaraciones que la hegemonía de su equipo podría estar en riesgo.
El Gran Premio de Australia, que da el pistoletazo de salida a la temporada en Melbourne, supone la primera prueba de fuego para Red Bull y sus rivales; varios equipos, entre ellos Ferrari y McLaren, hace tiempo que demostraron un importante incremento en el rendimiento y Mercedes intenta recuperar el terreno perdido con un concepto renovado. Es en este sentido las palabras de Verstappen cobran una especial importancia.
Verstappen: «No siempre se puede ganar»
En una reciente entrevista Verstappen dejaba clara su concepción del futuro más inmediato del equipo Red Bull. “He ganado mucho a lo largo de mi carrera, pero siempre tienes que estar preparado para perder, porque es lo normal. Y yo estoy preparado para eso”, afirmaba de esta forma el piloto neerlandés.
Sus palabras han hecho levantar de su asiento a una buena parte de los miembros del paddock, ya que reflejan un cambio en el discurso del cuatro veces campeón del mundo. En años anteriores, tanto Verstappen como Red Bull mostraban como un mantra la confianza en sus capacidades, pero las incógnitas que circundan en torno al rendimiento del monoplaza RB21 y las tensiones que se han dado en el equipo han propiciado que el discurso cambie.
El neerlandés también se refirió al calendario actual, en el cual considera que hay demasiadas carreras. “Hay demasiados grandes premios. Creo que con cinco carreras menos sería perfecto”, insinuando que el exceso de carreras podría llegar a ser un elemento que socave su razón de ser en el futuro.
El reto de Red Bull y el futuro de Verstappen
Red Bull ha dominado la F1 en los años pasados, pero el nuevo reglamento aerodinámico podría nivelar la parrilla; Ferrari y McLaren han hecho grandes avances y Mercedes está seguro de que su nueva filosofía les hará volver a la lucha por victorias.
El punto clave será cómo se comporta el RB21 con las novedades técnicas y si el equipo desarrolla la estabilidad necesaria tras los problemas internos vividos. La relación entre Verstappen y el equipo también será un aspecto interesante de seguir, principalmente porque el piloto neerlandés ha dejado entrever que quizás su futuro en la F1 no está tan claro en el largo plazo.
“Me encanta competir, pero también valoro mi vida fuera de la pista. No sé cuánto tiempo seguiré aquí”, confesó el neerlandés.
Un inicio clave de temporada
El Gran Premio de Australia actuará como el primer baremo para comprobar la situación real de Red Bull y sus rivales. Si el RB21 es claro el que se configura para ser la referencia Verstappen si se deduce que podría estar minimizando los pronósticos para poder reducir la presión. Si la distancia con los otros equipos se ha recortado, daría la bienvenida a una lucha más ajustada por el título.
El neerlandés ha demostrado en los últimos años que sabe reconocer los momentos de tensión y responder en la pista, aunque su actitud un poco más cautelosa este año pueda darle más veracidad a que ha asumido, esperándolo ya este año, un reto muy grande. Ese reto será en Melbourne, donde se irán resolviendo las incógnitas y donde también se podrá ver si lo que Verstappen decía era una forma más de presionar como en los años anteriores o bien una manera de comprender una nueva realidad en la F1.