En la previa de la final de Copa entre Barça y Real Madrid se desató la polémica con el plantón blanco como protesta ante las declaraciones de los colegiados De Burgos Bengoetxea y González Fuertes. En las conversaciones que se produjeron a lo largo de toda la tarde del viernes entre el Madrid y la Federación, el club recalcaba una y otra vez que los árbitros encargados de dirigir la final han mostrado una una clara y manifiesta animadversión y hostilidad contra el Real Madrid, algo que preocupaba, y mucho, de cara al duelo.
Durante el partido fue el Barça el que reclamó tres penaltis a su favor que no fueron señalados. Unas manos de Valverde y un agarrón de Ceballos a Cubarsí fueron protestados por los azulgrana sin que De Burgos y el VAR de González Fuertes los sancionaran.
En el 90’+4, el VAR no intervino en una clara falta de Rüdiger al valenciano del Barça pero en el 90’+6 sí lo hizo para que De Burgos rectificara y revocara un penal pitado sobre Raphinha al entender simulación. El colegiado vasco pitó pena máxima sobre Vinicius pero al venir de un fuera de juego quedó invalidado.
Corría el minuto 16′ cuando llegó la primera jugada polémica que reclamaba el Barça. Tras un centro de Raphinha, Valverde tocó el balón con el brazo izquierdo cuando aún no estaba en el césped. Ferran Torres protestó penalti pero ni De Burgos ni desde el VAR se consideró nada dejando seguir el juego.
Al filo del descanso llegaría el otro penal reclamado por los catalanes. En un córner, el balón se paseó por el área pequeña y acabó en el poste cuando Cubarsí, sujetado por Ceballos no consiguió llegar al balón. Como De Burgos, el VAR no determinó nada.
Ya en los minutos finales del tiempo reglamentario, concretamente en el 94′, ni De Burgos ni el VAR señalaron una falta dentro del área de Rüdiger a Ferran Torres tocándole el pie de apoyo. Dos minutos después, en un avance de Raphinha, Asencio le tocó con la mano en la espalda y le derribó. De Burgos pitó penalti pero González Fuertes le llamí desde el VAR y se retractó. Además, amarilla a Raphinha al entender simulación.
Más allá de las quejas, la polémica quedó en nada al conseguir los azulgrana alzarse con el título, pero lo cierto es que desde la parroquia culé apelan a que el supuesto favoritismo no se notó, mientras que los blancos también tuvieron sus jugadas polémicas y en concreto, una falta final cometida por Mbappé desató una locura que le puede salir muy cara a los blancos en forma de sanción.