Adrian Newey no es solo un ingeniero que construye los mejores monoplazas por saber más de aerodinámicos que nadie, que también podría serlo, pero su conocimiento y su manera de trabajar va mucho más allá. Es capaz de hacer una lectura de la reglamentación como nadie más sabe hacerlo, y de este modo, obtiene la ventaja necesaria para ir un paso por delante de sus competidores. Con el nuevo reglamento de 2026, donde se va a producir el mayor cambio de la historia de la F1 moderna, el ingeniero británico tiene mucho más margen para conseguir encontrar ventajas reglamentarias donde nadie más las encuentra.
La visión de Adrian Newey
Los comienzos son tan ambiciosos como aterradores. De primeras, te encuentras con un montón de información sobre una reglamentación nueva. Tras una primera lectura, pocas conclusiones, muchas incógnitas, pero sobre todo, con poco margen de maniobra. Pero a medida que vas entendiendo cada párrafo y vas creando el esquema mental de los nuevos requisitos, es cuando empiezas a entender cómo tiene que encajar cada elemento y empiezas a desvelar las diferentes alternativas existentes. En el caso de la F1 del futuro, la de 2026, el cambio es abismal, tanto en chasis como en motor, y Adrian Newey va descubriendo el sinfín de opciones que tiene disponibles para seguir avanzando.
“Mis pensamientos sobre el reglamento del 26 son similares a los que tuve sobre el gran cambio de 2022: inicialmente pensé que las reglas eran tan prescriptivas que no quedaba mucho (margen de innovar), pero luego comienzas a profundizar en los detalles y te das cuenta de que hay más flexibilidad y diferentes enfoques de lo que parece a primera vista”.
Adrian Newey cree que para la nueva generación de monoplazas, pasará algo similar a lo vivido en eso año 2022, cuando las escuderías mostraron sus prototipos y se vio los diferentes enfoques de cada uno de ellos. A medida que han ido avanzado las temporadas, todos han acabado por unificar criterios.
“Lo vimos a principios de 2022, con equipos que tomaban direcciones realmente muy diferentes”. “Ahora, por supuesto, cuatro temporadas después, han convergido en gran medida, pero inicialmente ese no fue el caso”.
Adrian Newey, ambiciosos con el proyecto
Que el reglamento permita diferentes enfoques, para Newey es una bendición, ya que lleva la competición en pista a los despachos, donde los ingenieros buscan la mejor configuración para ganar la primera ventaja antes de pisar el asfalto.
“Todo es un poco aburrido si los coches parecen idénticos y la única forma de distinguirlos es la librea”, hay “una alta probabilidad de que en el 26 veamos algo similar al 22”.
«Hay suficiente flexibilidad en la normativa, y estoy seguro de que la gente propondrá diferentes soluciones. Algunas de ellas se eliminarán durante los primeros dos o tres años a medida que los equipos comiencen a converger”.
Aston Martin comenzó la carrera del 2026 con algo de retraso respecto a sus rivales, pero tiene al mejor haciendo coches para reducir la brecha de tiempo. Adrian Newey está viviendo los momentos que más le gustan como ingeniero, los nuevos proyectos que le permiten ver más allá de un simple reglamento, que le permiten visualizar cómo debe ser el monoplaza que le ofrezca probabilidades reales de ganar. De momento, el británico, allí donde ha sido llamado para construir un coche, ha logrado hacer el mejor, en algunos casos fue de manera inmediata y en otros casos tardó algo más, pero nunca falló, y a eso se agarra Aston Martin para poder escalar en la parrilla de la F1 y poder colocarse en la cima del automovilismo. En lo que respecta a Fernando Alonso, espera que el camino al triunfo sea de los rápidos.