No hay avances. La salida de Ansu Fati rumbo al Mónaco parecía decidida hace unas semanas, pero la negociación no avanza y los puntos de desacuerdo entre ambos clubes siguen alejando la firma final que debería concretarse en los próximos días, antes del 30 de junio. Y es que el técnico monegasco quiere a todos refuerzos en el regreso a los entrenamientos antes de final de mes.
A día de hoy… sin acuerdo
La salida de Ansu Fati es decisión tomada hace meses. El atacante ha vivido una temporada harto complicada en el FC Barcelona donde solo ha jugado 298 minutos repartidos en once partidos llegando incluso a quedarse fuera de la convocatoria en bastantes citas a lo largo de la temporada. La situación era insostenible y la salida la única opción viable.
Con eso claro el Mónaco entró en escena y la operación se daba por muy avanzada en el tramo final de LaLiga. Sin embargo, ahora está paralizada ante la falta de acuerdo en puntos clave como es la parte económica de la operación o, incluso, la forma de la misma. Se han planteado dos opciones o traspaso con opción de recompra o cesión con opción de compra, pero de momento no se ha concretado en buena medida por el elevado salario del jugador ante el que no se ponen de acuerdo al igual que con la cifra de ese posible traspaso o opción de compra.
Necesidad de hueco
Su salida no es un tema baladí. El conjunto azulgrana necesita cerrar la salida del jugador ya que su gran ficha, 12 millones de euros, ocupa un hueco que es necesario liberar ante la llegada de Joan García y el avance que se está realizando para cerrar a Nico Williams que ocuparía el hueco que dejaría el canterano. Las necesidades financieras mandan y urge cerrar la operación cuanto antes. Lo que está claro es que el conjunto azulgrana quiere desvincularse del jugador y ahorrarse a toda costa su ficha.
No es la única salida en la que se trabaja
La necesidad de dejar hueco se centra también en otros jugadores. Desde el club tienen claro que Pablo Torre e Iñaki Peña tendrán que buscar destino este verano. El joven cántabro gusta y por ello se busca una operación que permita al conjunto azulgrana seguir teniendo control sobre su futuro ya sea con una renovación para luego salir cedido, o con un traspaso con opción de recompra asequible para poder recuperar al jugador en el futuro. El caso del portero es distinto ya que su elevada ficha complica que se cierre un traspaso por parte de los equipo interesados y la opción de una rescisión de contrato no es nada atractiva para el conjunto azulgrana que perdería dinero con un jugador que ha vivido condenado al ostracismo.
No se cierra la puerta a que puedan salir jugadores como Pau Víctor que quiere minutos que no podrá tener el conjunto azulgrana o, llegado el momento, si fuese necesario y llegase una oferta jugosa acceder a abrir la puerta a nombres como Gerard Martín o Fermín López.