Había muchas expectaciones por ver a Fernando Alonso con las nuevas actualizaciones del Aston Martin. El GP de Silverstone, a escasos metros de la fábrica del equipo, era una buena oportunidad para medir el impacto de las nuevas piezas. Sin embargo, se coló en la fiesta un invitado inesperado, la lluvia, donde volvió a quedar evidenciando el ritmo lento del AMR25.
Una carrera que comenzó bajo la lluvia
Desde la salida se vio que el AMR25 no tendría un buen ritmo bajo la lluvia. Se vio que fue una salida limpia, pero con uno de los inicios de carrera en los que más tarde hay que frenar, se vio como la velocidad volvería a ser un problema. Gasly le pasó, y aunque por momentos consiguió recuperar la posición, finalmente sucumbió al francés, que voló durante la carrera, muy por encima de lo esperado.
La falta de DRS, un elemento que fue clave en Austria para mantenerse detrás de Lawson, propició que el francés fuera cogiendo ventaja y que no pudiera despegarse de él. Pero no fue con el único que sufrió en pista, también con un Russell que tuvo un mal fin de semana, pero que también se vio muchos más rápido que el ovetense cada vez que la lluvia hacía acto de presencia. La pericia de Fernando Alonso era lo único que le permitía seguir luchando por los puntos, porque ni el coche, ni el equipo (volvieron a fallar con las estrategias), ayudaban.
Mal ritmo de Aston Martin
No era el mejor día para estrenar piezas nuevas y tampoco ayudó la configuración del monoplaza. En Aston Martin pensaron que la lluvia sería algo pasajero durante la carrera, no fue así. Por ello configuraron el ala con baja carga aerodinámica, buscando la ventaja sobre seco. Sin embargo, contraproducente bajo la lluvia, y más si el AMR25 sigue siendo un coche malo en curva lenta. No corría, no tiraba, y sus dos máximos rivales en la jornada, Gasly y Russell, se les iba por todos lados.
Motivos para la esperanza
No era el fin de semana que muchos esperaban tras las nuevas actualizaciones, pero sí parece que las nuevas mejoras del AMR25 funcionan. Fernando Alonso voló en el tramo final de la carrera cuando finalmente pudo calzar las ruedas de seco. Fue el primero en hacerlo, ahí perdió, pero una vez que la pista acabó de secarse y que los medios cogieron temperatura, comenzó a volar sobre Silverstone. Le sobraron dos vuelta de neumáticos, las que debió esperar para ponerlos antes de que acabara de secarse la pista, pero le valió para remontar 6 posiciones, aunque perdió el octavo puesto en el último giro ante Albon.
La F1 se toma un descanso de tres semanas antes de volver a la pista. Será en Spa, en Bélgica, pero hay que tener en cuenta que deben pasar dos o tres carreras para entender las actualizaciones. Pasó con las primeras en Italia, que funcionaron desde el principio pero que no mostraron el potencial hasta Barcelona. Además, habrá alguna pieza nueva más, por lo que las esperanzas de Aston Martin siguen estando ahí y siguen confiando en poder luchar con los de arriba. Ayer fue un día en el que se pudo hacer, falló la estrategia y la configuración del coche no fue la idónea, y aun así se lograron puntos importantes.
Fernando Alonso no acabó contento la carrera de Silverstone, pero el piloto español sigue confiando en el trabajo de la escudería. Toca descansar en la pista, pero no en la fábrica, donde tendrán tiempo para comprender qué es lo que ha ocurrido y para poder encontrar los puntos clave para mejorar y seguir empujando el AMR25.