El Barcelona sigue esperando obtener el Certificado de Fin de Obra para poder trasladarlo al Ayuntamiento y comenzar con los trámites y exámenes necesarios para intentar lograr la Licencia de Primera Ocupación que permita al club abrir las puertas del Camp Nou a mediados de septiembre cuando reciban al Valencia en la cuarta jornada de LaLiga. La idea de la entidad catalana era disputar los tres primeros choques a domicilio para tener ese tiempo, más el parón internacional, para terminar de perfilar un recinto que esperaba abrir para 27.000 personas con la apertura de las gradas de Tribuna y Gol Sur.
Pero, cada día que pasa, la opción de que el Barcelona vuelva para la fecha marcada en rojo en el calendario parece que se complica cada vez más. Para los aficionados blaugranas parece que empieza a ser normal, ya que Joan Laporta y otros directivos han ido diciendo desde hace un año que iban a regresar al Camp Nou, pero las deficiencias en las obras siguen estando ahí y si en este corto período de tiempo no son capaces de solventarlas, el regreso de la hinchada culé a su casa va a tener que seguir esperando y, a lo mejor, la siguiente fecha estipulada ya tendría que ser en febrero de 2026.
Montjuic, reservado
Ante la posibilidad de que el Barcelona no pueda abrir las puertas del Camp Nou en el mes de septiembre, los de Hansi Flick tendrán que jugar sus partidos en otro lugar y, como ha sucedido en las dos últimas temporadas, el campo elegido será el Estadio Olímpico Lluís Companys. Es por ello que, según ha informado Mundo Deportivo, la directiva del club ha cerrado con Barcelona de Serveis Municipals (BSM), la empresa que gestiona el uso de Montjuic, la reserva del recinto para poder utilizarlo hasta febrero en LaLiga y en la Champions League, donde se asegurarían la primera fase, en la que se incluye la liga regular y la de play offs.
Por ahora, la intención del Barcelona es la de cubrirse las espaldas, ya que siguen manteniendo viva la esperanza de abrir las puertas del Camp Nou a 27.000 espectadores a mediados de septiembre contra el Valencia. Eso sí, todo dependerá de la Licencia de Primera Ocupación y el tiempo se le empieza a echar encima, ya que también hay un frente abierto con la UEFA. El Barça tiene que avisar al organismo de Aleksander Ceferin este 28 de agosto para decir en dónde jugará esta primera fase de la Champions League, por lo que esa podría ser una fecha clave para saber lo que hará el equipo azulgrana.
Un problema con el Barcelona – Valencia
El gran problema que surge con la reserva del Estadio Olímpico Lluís Companys es que hay un concierto programado para las fechas en las que el Barcelona recibiría al Valencia y no daría tiempo a acondicionar el recinto para un partido de fútbol. Es por ello que este choque no lo tendrían incluido y los azulgranas tendrían que buscarse la vida. El Camp Nou, si no recibe los permisos de apertura, tampoco podrá usarse para jugar al fútbol aunque sea a puerta cerrada. Es por ello que podrían tener que buscarse un campo neutral…o esperar un milagro.
Ese milagro podría ser que el concierto de Post Malone que se celebrará ese fin de semana se traslade a otro lugar. Algunas informaciones apuntan a que la venta de entradas no ha sido masiva, por lo que teniendo en cuenta el público que podría ir a ver al artista americano, la ubicación podría trasladarse a otra zona de la Ciudad Condal y que así el Estadio Olímpico Lluís Companys pueda estar disponible para que el Barcelona acoja ese choque contra el Valencia.