Es una obviedad que el regreso del Barcelona al Camp Nou está cada vez más cercano. El conjunto azulgrana realizó ese test en el entrenamiento del viernes y todos quedaron contentos. El club está feliz porque ven ese ansiado retorno a la vuelta de la esquina, el Ayuntamiento, porque no se produjeron incidentes, y los aficionados porque han vuelto a ver rodar un balón de fútbol en un campo tan mítico de nuestro país, aunque es cierto que simplemente era una sesión de entreno de los pupilos de Hansi Flick, pero es un adelanto de lo que se puede venir después del parón de selecciones.
Y es que durante dos años los socios culés llevan asistiendo al Estadio Olímpico Lluís Companys -y también al Johan Cruyff- a ver a su equipo. Pero ellos realmente quieren regresar ya a su casa, aunque la encontrarán de una manera diferente. Porque aunque se empiecen a abrir algunas de sus puertas, las grúas, los bloques de hormigón, los andamios y los materiales de obras siguen allí, dejando claro que el Camp Nou todavía no está terminado y que habrá que esperar un largo tiempo para verlo finiquitado del todo.
El Camp Nou abre sus puertas
El Barcelona está de enhorabuena porque ha conseguido meter a casi 22.000 personas en sus gradas después de dos años de larga espera. Los hinchas culés pudieron adquirir sus entradas para disfrutar este viernes del entrenamiento previo al choque frente al Celta en Balaídos y poder ver a los futbolistas de la plantilla, pero, sobre todo, disfrutar del Camp Nou. Los afortunados que asistieron a Les Corts vieron los avances de las obras y no se han reportado incidencias importantes de ningún tipo, aunque por redes han circulado imágenes de tres asientos VIPs que se rompieron porque unos aficionados se pusieron de pie sobre ellos y no aguantaron el peso.
Ahora, el objetivo de Joan Laporta es que el Barcelona pueda volver al Camp Nou de manera oficial a disputar sus partidos tras el parón de selecciones. La intención es que sea el duelo frente al Athletic Club el que reinaugure la casa de los culés, pero en estas semanas se pretende conseguir el permiso de segunda ocupación, lo que permitiría ascender el aforo hasta las 47.000 personas, una cifra bastante importante. Además, el presidente del Barcelona ha reconocido que está hablando con la UEFA para, en el caso de recibir esas licencias, poder jugar la segunda parte de la fase de liga de la Champions League en Les Corts.
Entre grúas y andamios
El primer examen del Camp Nou, que ha sido con este entrenamiento a puerta abierta, parece haber salido bastante bien, pero el estadio sigue estando rodeado de grúas gigantescas, andamios y demás material de obra. Los obreros, que han estado envueltos en polémicas en los últimos días -por un brote de tuberculosis y trabajadores, presuntamente sin papeles-, tratarán de seguir avanzando a un ritmo vertiginoso, pero tendrán que estar muy atentos a todos esos acabados y elementos que puedan suponer un riesgo para los aficionados y trabajadores que vayan a ver ese Barcelona – Athletic el sábado 22.
Mundo Deportivo ha informado que Limak, la empresa responsable de las obras, ve preferible regresar a finales de noviembre -el sábado 29- en el choque en el que el Barcelona recibirá al Alavés, por lo que el deseo de Joan Laporta podría verse afectado si la empresa tiene razón en cuanto a los tiempos. Los trabajos se centran ahora en el Lateral y los accesos serán uno de esos puntos fundamentales que tienen que estar terminados a la perfección para obtener esa licencia de segunda ocupación, que correrá a cargo de los peritos expertos y del Ayuntamiento, al que no le ha temblado el pulso a la hora de decir que no a los otros exámenes a los que han sometido al Camp Nou meses atrás.
