La Copa del Rey tiene una narrativa propia, un lenguaje donde los David desafían a los Goliat con el corazón por delante de la chequera. Eso ocurrió en la victoria del Barça en Guadalajara. Esta noche, en un Pedro Escartín que rugió como en sus mejores galas, el Dépor Guadalajara estuvo a punto de escribir una página dorada en su historia. Sin embargo, el FC Barcelona, tras 76 minutos de impotencia y asedio estéril, encontró en la cabeza de Andreas Christensen la llave para abrir el cerrojo morado (0-2) y sellar su pase a los octavos de final.
El Barcelona sufre, pero Christensen y Rashford dan la victoria ante el Guadalajara en Copa del Rey
El partido comenzó con la lógica superioridad culé, dueño absoluto del balón desde los primeros minutos. Con un 85% de posesión en la primera parte, los azulgrana intentaban abrir huecos entre un Guadalajara compacto, que cerraba líneas y acumulaba hombres cerca de su portería. Lamine Yamal y Rashford buscaban constantemente espacios, mientras Fermín y Eric García probaban fortuna desde media distancia, aunque sin puntería suficiente para inquietar seriamente a Dani Vicente.
Sin embargo, el Dépor no se limitó a esperar atrás. El equipo morado buscó incomodar la salida de balón azulgrana y generó algunas ocasiones a la contra. Cañizo y Ramírez tuvieron sus oportunidades desde fuera del área, poniendo a prueba a Ter Stegen, que respondió con seguridad. Toño Calvo también avisó con un disparo que rozó el palo izquierdo, dejando claro que los locales no estaban dispuestos a rendirse ante la lógica del marcador.
A lo largo del primer tiempo, el Barça insistió al Guadalajara por la vía aérea. Los de Flick enviaron hasta 18 centros, buscando la cabeza de sus atacantes, pero la defensa del Guadalajara gestionó con firmeza cada envío. Eric García estuvo cerca de marcar en varias ocasiones con sus remates, pero se encontró con la respuesta providencial de Dani Vicente. Así se llegó al descanso con un marcador que reflejaba la lucha y el equilibrio: 0-0.
El susto para los culés llegó temprano, cuando Ramírez intentó sorprender a Ter Stegen con un disparo lejano que obligó al alemán a emplearse a fondo. Fue el primer aviso de que el Dépor no iba a ser un mero espectador de su propia eliminación.
Rashford desperdició varias ocasiones antes del primer gol de Christensen
En la segunda mitad, los cambios empezaron a alterar el ritmo del partido. Flick dio entrada a Pedri, Koundé y Balde, buscando más profundidad y frescura en ataque. El Guadalajara, por su parte, refrescó sus filas con Caropitche, Toño Calvo y Gallado, manteniendo la intensidad y complicando la circulación culé. La resistencia local parecía inquebrantable, con Christensen y De Jong liderando el asedio, pero sin encontrar la recompensa. Rashford desperdició varias ocasiones clarísimas, incluido un mano a mano con Vicente que pudo cambiar el rumbo del partido. Finalmente, en el último minuto, marcó el segundo gol.
El gol que terminó por abrir el marcador llegó tras 76 minutos de paciencia y esfuerzo. Un centro medido de De Jong encontró a Christensen en el segundo palo. El danés remató, y Martínez, en un intento de despeje, desvió el balón lo suficiente para que se colara en la portería morada. Fue un alivio para los visitantes y un jarro de agua fría para el Guadalajara, que había soñado con la gesta durante buena parte del encuentro.
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— FC Barcelona (@FCBarcelona_es) December 16, 2025
A partir de ese momento, el Barcelona gestionó mejor el partido. El Guadalajara lo intentó con saques de esquina y tiros desde fuera del área, como el tremendo disparo de Salifo Caropitche que obligó a Ter Stegen a lucirse, pero no pudo evitar que la victoria se quedara en casa azulgrana. El Dépor no dejó de luchar hasta el pitido final, pero la calidad y la experiencia culé terminaron por imponer la lógica.
EL Dépor Guadalajara cae ante el Barça de la forma más valiente
Con esta victoria, el Barça avanza a la siguiente ronda de la Copa del Rey, aunque no sin sufrir más de lo previsto ante un rival valiente y bien plantado. Flick podrá estar satisfecho con la resiliencia de sus jugadores, pero también con la lección de que incluso los partidos aparentemente fáciles requieren paciencia, concentración y claridad en los últimos metros.
El marcador final reflejó el esfuerzo y la resistencia del Guadalajara: 0-2, con Christensen y Rashford como héroes inesperados. El Pedro Escartín despidió a los suyos entre aplausos por su entrega, mientras el Barcelona se prepara para el próximo desafío en LaLiga, con la confianza de haber superado un duro examen copero.
