Güler fue el elegido, primero en los últimos partidos de Ancelotti, y desde la llegada de Xabi Alonso, para ser el cerebro del Real Madrid. Seis meses después de comenzar a jugar más atrás, se está viendo que el turco, pese a la enorme calidad que demuestra unos metros más adelante, no es capaz de llevar la manija de un equipo que no le queda otra que mirar fuera para encontrar una alternativa fiable.
Güler no cumple atrás
El Real Madrid está falto de generador de juego, de un futbolista capaz de ponerse en el centro de máquinas y dirigir al equipo. Arda Güler ha sido quien ha tomado las riendas del equipo en esa posición, pero el truco no termina de adaptarse al juego, y no será ni porque no la pide ni porque no lo intenta, es simplemente porque está jugando en una posición que no es la suya, en un puesto donde brillan aquellos jugadores que han estado en ese puesto toda la vida, y aunque hay excepciones de algunos centrocampistas ofensivos que fueron capaces de retrasar su posición, el cambio supone un reto enorme para quienes lo asumen.
En la recta final de la Liga pasada, Ancelotti ya apostó por el turco en la medular haciendo esas funciones, y lo hizo bien, pero claro, el equipo venía de hacerlo muy mal y, por aquel entonces, cualquier jugador con criterio a la hora de jugar el balón supondría una bendición.
Un Mundial de Clubes ilusionante
Xabi Alonso le dio continuidad en el Mundial de Clubes, y el truco parecía que podría ser capaz de adaptarse a esta nueva posición. Es cierto que estuvo muy bien acompañado de todo el equipo, todos muy metidos en las labores colectivas, y evidenciando que, todos remando al mismo lado, se podía solucionar ese problema en el centro del campo.
Pero las dudas no tardaron en llegar, a medida que los rivales iban teniendo más entidad, y el día del PSG, quedó claro que todavía le quedaba mucho camino por recorrer, a él y al equipo. Pero la idea parecía que estaba ahí, y que, con más partidos, podría adaptarse a esa posición.
Un refuerzo necesario
Pero una vez que se inició la nueva temporada, el equipo ha estado falto de un futbolista de nivel en esta posición, de alguien capaz, ya no solo de pedirla y pasarla, de marcar el tiempo del partido, de guiar le juego, a sus compañeros, una tarea casi invisible para muchos aficionados, pero tan necesitaría para que un equipo funcione. Con el paso de los partidos, Güler se ha ido desinflando, hasta el punto que ha perdido esa titularidad que casi tenía garantizada.
Por lo tanto, al Real Madrid no le queda otra que mirar fuera de la plantilla. De la cantera, no parece que se confíe mucho, porque se entiende que ya podría haber hecho debutar a alguno. Así que toca mirar fuera del club, y aunque hay unos cuantos jugadores en la lista, algunos serían muy caros, como Mac Allister o Enzo Fernández, y otros sería apostar por promesa que no pueden garantizar que vayan a rendir al más alto nivel.
Pero el terreno de juego está dejando claro que Güler no es la solución para ordenar el equipo desde atrás. En tres cuartas partes del campo, es un jugador letal, un diamante capaz de chutar y de asistir, pero en el momento en el que restras su posición, baja su rendimiento, simplemente, porque está fuera de posición. Así que habrá que buscar una solución que, difícilmente, estará para este mercado de invierno, habrá que esperar al próximo verano.






