La valentía, de quien quiere atar el partido lo antes posible, sería prácticamente del conjunto blanquiverde. El Córdoba CF visitaba Villarreal de los Ojos para intentar sacar sus segundos tres puntos de la temporada ante un recién ascendido que tenía un plan y sería ser paciente hasta que llegara su ocasión.
Con ansia de gol
El equipo de Enrique Martín tenía claro que debía encontrar su primer gol lo antes posible. No quería que el Córdoba volviera a sufrir por la victoria una vez más, por lo que el técnico mandaría a los suyos a por todas desde el primer minuto, teniendo varias ocasiones claras tanto Juanto como Javi Flores.
Aún así, los locales empezarían a sentirse cada vez más cómodos sobre el terreno de juego y Carlos García avisaría al Córdoba al cuarto de hora de encuentro. Tras un saque de esquina que parecía marcharse largo, el lateral conseguiría enganchar el esférico a la media vuelta, mandándolo contra el palo derecho de la portería de Becerra, asustando al supuesto favorito de la tarde.
A pesar de tener más ocasiones el Córdoba, el Villarrubia estaba cogiendo cada vez más confianza e iba invadiendo el campo de los blanquiverdes. Los locales se sentía más cómodos y los cordobesistas empezaban a echarse poquito a atrás, algo que no estaba gustando a su técnico.
Superioridad local
La primera mitad iba terminando y, quien parecía que iba a ser el dominador, estaba siendo el dominado. Los delanteros cordobesistas estaban aislados arriba viendo el constante asedio que sufría el área de su equipo, mientras que los jugadores de Javier Sánchez seguían dejando una gran imagen frente a su afición en su estreno en su estadio en la categoría de bronce.
Tal era la confianza que estaban teniendo que a punto estuvieron de pecar de ello los jugadores del Villarrubia. Una jugada del Córdoba en los últimos minutos llevaría a Juanto Ortuño a rematar a bocajarro delante de Diarrá. El guardameta conseguiría sacar el tiro del delantero sorprendentemente, siendo uno de los héroes de la primera mitad para su equipo.
La reanudación no sería precisamente como habría querido el delantero blanquiverde y así se vería tanto con el larguero de Dieguito como con el tiro de Copete que se marchaba por poco. El jugador cordobesista con más trabajo estaba siendo Becerra y los locales estaban viendo que podían llevarse el encuentro si sabían empujar lo suficiente.
Conformismo por ambas partes
El Córdoba parecía no saber a qué estaba jugando. No tenía un juego definido y en frente tenía a un Villarrubia que quería correr todo lo posible, pero que también sabía aprovechar las oportunidades a balón parado. Solo quedaba media hora y parecía que los villarrubieros eran quienes estaban más cerca de los tres puntos, siempre liderados por el extremo Dieguito.
El único que estaba consiguiendo poner en apuros a Samuel Diarrá era Juanto Ortuño y seguiría poniéndolo a prueba cada vez que podía. Era el único jugador que conseguía ver portería en las pocas ocasiones que tenía el balón pero el guardameta estaba sabiendo cerrar su portería.
Los minutos finales llegaban y los cambios de Enrique Martín empezarían a hacerse sentir dentro del terreno de juego. El Villarrubia parecía estar perdiendo las fuerzas y el Córdoba se echaba arriba presionando al guardameta rival, que aguantaba por el momento cada embestida de los andaluces. Pero finalmente, ambos conjuntos se iban a conformar con un empate que podía saber a poco a ambos por lo que había sucedido por momentos.