El FC Barcelona se halla ante una seria problemática de tipo financiero que podría comprometer el futuro de su mayor activo, Lamine Yamal. La situación de Dani Olmo, junto a las dudas sobre la capacidad de ingreso que se ocupa por la venta de los palcos VIP, pone en una situación de riesgo a la entidad, que ve como se desmorona el margen salarial para poder llevar a cabo la renovación del joven. Prorratear los ingresos 30 años contingencia puede provocar una serie de sucesos que lleven a la entidad a una situación financiera de riesgo, al igual que la permanencia de Lamine Yamal en el club culé.
Lamine Yamal y la incertidumbre sobre su renovación
Y si bien el FC Barcelona ya ha llegado a cerrar renovaciones destacadas como la de Pedri o Gavi, se mantiene la situación de Lamine Yamal en el aire, ya que su contrato actual expira en 2026, y aunque hay ‘acuerdo verbal’ para ampliar hasta 2030 cuando cumpla los 18 años, la falta de las garantías económicas podría ser la causante del frenazo de la renovación del jugador.
El futbolista ha afirmado que su porvenir queda determinado para julio, si bien las dificultades económicas de la entidad podrían hacer que la mejora de su contrato no pudiera cumplirse. Si el Barça no logra su renovación antes del 31 de diciembre del presente año, Lamine podría negociar con otros clubes a partir de 1 de enero de 2026 y marcharse gratis el 30 de junio de ese mismo año.
El problema financiero que afecta a Lamine Yamal
El inconveniente de este caso se encuentra en cómo funcionan los palcos VIP, un negocio que fue el causante de que Joan Laporta recuperara la norma 1:1 para registrar a Dani Olmo. No obstante, LaLiga considera que hay irregularidades en el registro de 28 millones de euros y podría devolverlo a su valor original. Si decide prorratearlo a más de 30 años, el Barcelona perdería la flexibilidad financiera de la que disponía para obrar en renovaciones y refuerzos.
De esta forma, el club se encontraría nuevamente atado por las limitaciones salariales impuestas por la Liga, lo que dificultaría que los contratos de jugadores estratégicos como Ronald Araújo, Pedri, Gavi y, por supuesto, Lamine Yamal pudieran ser prorrogados. Además, dado el reducido margen, la dirección deportiva se vería obligada a sacar adelante ingresos extraordinarios que, mal que le pese a muchos, se ha traducido, históricamente, en la liquidación de activos valiosos.
El mercado y el riesgo de perder a Lamine Yamal
El creciente interés de otros clubes europeos en Lamine Yamal provoca que la situación se complique. El FC Barcelona cuenta todo esto bajo una norma muy clara: no se acepta ninguna oferta por menos de 200 millones de euros por el joven talento, pero atento porque si no aseguran su renovación habrá una fuga sin retorno de inversión. Lamine Yamal ha manifestado que se encuentra a gusto en el club y que su deseo es continuar vistiendo de azulgrana. Pero su futuro dependerá en gran medida de la posibilidad del Barcelona de solucionar los problemas financieros que le están asediando y que, si no se solucionan, puede que acaben generando una situación demasiado complicada para el propio jugador.
El club no puede esperar demasiado si quiere evitar un revés económico que ponga en riesgo la continuidad del futbolista, del que además es una de sus mayores promesas, ya que en otro caso se vería en la obligación de desprenderse de Lamine Yamal, una pérdida irreparable para la institución, para el deporte del club.
