Cuando Kylian Mbappé soñaba con jugar en el Real Madrid, seguro que en su cabeza podría tener noches como la del miércoles ante el Arsenal, siendo él el protagonista y marcando los goles que necesitara el equipo para pasar a la siguiente ronda y empezar a escribir sus primeras páginas en la historia del Real Madrid. Pero lo cierto es que el primer año del francés está siendo más que decepcionante. La foto de su retirada en el partido de Champions es el resumen de su primera temporada en el Real Madrid.
Pesadilla de Mbappé ante el Arsenal
El francés comenzó el partido como una moto. En los últimos partidos se le había visto ansioso, casi como al comienzo de temporada, pero claro, en un momento de la temporada, clave, donde cualquier error se puede pagar muy caro. Eso debió pensar cuando dejó a sus compañeros con diez ante el Alavés con todo el partido por delante. Por suerte para él, el equipo salvó un partido en el que solo se debe mirar el resultado, porque si se mira el resto…
Ante el Arsenal fue otro tipo de pesadilla. Como decimos, comenzó muy enchufado, conduciendo el balón y metido en el partido desde el momento, pero todo se fue apagando a medida que pasaban los minutos, y quizá se apagó después de penalti que provocó y que, después de seis minutos, se dice pronto, al VAR anuló.
A partir de ese momento, todo empezó a oscurecerse. El Real Madrid, aunque no había chutado entre palos, generaba peligro con sus llegadas, pero desde ese instante todos desaparecieron, y Mbappé también.
Su peor momento llegó a falta de 15 minutos para el final, cuando solo los más optimistas creían aún en el milagro de los milagros. Por intensidad, él debía ser uno de ellos, pero su ímpetu acabó en un esguince de tobillo que puso punto y final a la primera gran noche negra con el Real Madrid. Su retirada del campo, esa imagen, cabizbajo, es la historia de su primer año de blanco.
Mala temporada de Mbappé
Los números de Mbappé esta temporada demuestran el gran potencial del futbolista, pero no tapan la decepción para los madridistas. Le despidieron con pitada cuando tuvo que ser sustituido, pese a estar lesionado, pese a su esfuerzo. Esto es el Real Madrid, puedes pasar del cielo al infierno en un abrir y cerrar de ojos, del sueño a la pesadilla en un giro de guión en muy poco tiempo.
Mbappé comenzó la temporada muy ansioso, con falta de gol. A partir de enero parecía que empezábamos a ver su mejor versión, en marzo tiró del equipo como nadie, se echó el equipo a las espaldas, pero en los últimos cuatro partidos, parece que la presión y la ansiedad han podido con él.
Lejos está aquella versión que hemos visto de Mbappé con el PSG o con Francia, capaz de coger el balón en cualquier parte del campo y acabar metiéndolo en la portería, un jugador superior, por encima del resto, llamado a ser el futbolista que domine el fútbol en los últimos años. Nada de eso. Hemos visto a un muy buen futbolista, capaz de meter muchos goles, pero lejos de ser la estrella que se espera de él.
Se ha esperado mucho por este jugador, muchos han tragado, muchos le han defendido, adorado…. Y está temporada no ha demostrado nada de nada. Es su primera temporada de blanco, seguramente la más difícil, y más sabiendo de dónde venimos, de los esfuerzos durante 7 años por ficharles. Sí, mucha presión, pero eso es el Real Madrid, un equipo en el que tienes que estar más preparado mentalmente. Si no lo estás, de poco servirá que juegues muy bien al fútbol.
En el Real Madrid nadie duda todavía de su potencial, nadie duda de que podrá ser el jugador que se espera de él. Pero le queda mucho por demostrar si quiere convertirse en un jugador histórico del Real Madrid. Un dato, el PSG, sin él, está en las semifinales de Champions League, y es un candidato sólido para ganarla.
