Qué lejos y qué cerca, a la vez, queda el 8 de agosto. Fue la última jornada de trabajo en la imponente, moderna y monstruosa fábrica de Silverstone de Aston Martin, donde más de mil trabajadores (más de veinte ingenieros españoles) se dejan el alma por fabricarle un coche ganador a Fernando Alonso. Las vacaciones de los empleados durante el parón veraniego han sido cortas: apenas han durado dos semanas contadas, una menos que los días de descanso de los pilotos de la parrilla de Fórmula 1.
Ellos hicieron las maletas justo después de terminar el Gran Premio de Hungría, excepto Lando Norris, Liam Lawson y Franco Colapinto, que tuvieron que realizar unos test de neumáticos Pirelli del año que viene. Las fábricas, sin embargo, apuraron esa semana y mantuvieron su ritmo de trabajo habitual hasta el día 8. Horas más tarde, el día 9 de agosto, fue la primera jornada en la que no tuvieron que fichar en las puertas de la fábrica. Ni Adrian Newey, ni el recién incorporado Enrico Cardille, ni Andy Cowell ni compañía.
Primer día de vacaciones tras una temporada que empezó mal y que, poco a poco, se va estabilizando pues las prestaciones del monoplaza van mejorando. Desde el Gran Premio de Imola, la historia tiene otro color. Hoy día 23 vuelven a fichar tras catorce días libres donde el trabajo ha estado totalmente prohibido. Es una regla de oro en este deporte: en el parón veraniego no se habla de coches de carreras. Ni mencionar un mínimo detalle, al menos, de forma oficial.
Sin correo electrónico
Básicamente, porque no se puede. No les dejan. Si algún adicto al trabajo quisiera entrar en el correo electrónico del equipo desde la playa o la piscina, no se le permite. El acceso durante las vacaciones está restringido así que toca, si o si, por lo civil o por lo criminal, desconectar. No se habla de mejoras, de plazos para entregar piezas ni del señalado año 2026. Al menos durante dos semanas, antes de que se reanude la actividad a pleno rendimiento.
Desde hoy, la vista está puesta en el Gran Premio de Países Bajos, un trazado que se adapta como un guante a las características del AMR25 que pilotan Alonso y Stroll. Aston Martin es optimista y cree que en Zandvoort, el próximo fin de semana, puede replicar un resultado notable como el que logró en la última carrera, en Hungaroring, donde el asturiano fue quinto y el canadiense, séptimo. Fue el mayor botín de puntos de este año. La pista neerlandesa, revirada y de alta carga, favorece las condiciones del bólido verde.
El objetivo de la escudería de Silverstone, tal y como comentó Alonso en Hungría, es lograr en lo que resta de temporada un par de veces un resultado similar al de Hungría para confirmar sensaciones. Williams ocupa la quinta plaza del campeonato, con solo 18 puntos de ventaja respecto a Aston Martin, que va en tendencia positiva y espera arrebatarles esa posición.