El Real Madrid está preparando el que será el último partido del año. El Santiago Bernabéu será testigo de un partido en el que se espera una reacción de los de Xabi Alonso, quien después de superar los partidos que podían hacerle perder el banquillo blanco, tiene que lograr que el equipo, no solo logre la victoria, muestra sensaciones parecidas a las del inicio de campaña. Salvo catástrofe, el tolosarra tiene el puesto asegurado, al menos, hasta la Supercopa de España, que se jugará a la vuelta del parón, después de un primer partido de Liga. En esa búsqueda de buen juego, también se hace necesario que empiece a consolidar un once tipo, porque en lo que va de temporada, entre las bajas y las dudas, sigue sin estar definido.
Los problemas de Xabi Alonso
Xabi Alonso ha tenido muchas dificultades desde que llegó al Real Madrid para confeccionar un once tipo desde su llegada. Nada más aterrizar en la casa blanca, de cara al Mundial de Clubes, tuvo que lidiar con bajas importantes, sobre todo con Mbappé, que se perdió casi todo el campeonato por una intoxicación alimentaria. Por aquel entonces, ya se había fichado a Huijsen y a Trent Alexander–Arnold, al mismo tiempo que apostó por Güler y sentó a Rodrygo, con Gonzalo en punta. El día del PSG, dado el campeonato de Gonzalo, se enfrentó a su primer problema, como meter a Mbappé de titular, pero el lateral inglés se lesionó, retrasó a Valverde de lateral, y metió al francés en el once. Fue la vuelta al 4-3-3 y el resultado no pudo ser peor.
Cuando comenzó la nueva temporada, ya con todos los fichajes, se encontró con un Bellingham lesionado (y Camavinga, y otros muchos). Durante esos primeros partidos, el equipo parecía tener una idea de juego, alternaba el 4-3-3 y el 4-4-2, donde Mastantuono se convirtió en un fijo, y donde se cayó Gonzalo del once respecto al Mundial. Al equipo le faltaba algo de fútbol, pero la idea de Xabi funcionaba, con goles y con buena defensa por parte de todos. Durante este primer tramo de temporada, parecía que Xabi Alonso quería tener a todos los jugadores enchufados, era complicado adivinar qué jugadores serían titulares en cada partido. Carvajal o Trent Alexander-Arnold, Rudiger (que se lesionó rápido) o Militao, Ceballos en el medio, Brahim o Mastantuono, Rodrygo o Vinicius… Los únicos fijos eran Courtois, Huijsen, Carreras, Tachouaméni, Güler y Mbappé, los demás, rotaban más de lo que nunca lo habían hecho, sobre todo un Vinicius al que no le gustaba nada lo que estaba viendo.
La vuelta de Bellingham
La vuelta de Bellingham empezó a desquebrajar el sistema inicial de Xabi Alonso. Aunque nadie dudaba de que el inglés tiene que ser un fijo en el equipo, había curiosidad por saber cómo lo iba a encajar. A partir de este momento, el equipo empezó a dudar sobre el verde. Su regreso fue ante el Atlético de Madrid, quizá precipitado, adelantando un mes su vuelta tras la operación de hombro. Fue la primera derrota de la temporada, y de la peor forma posible, goleada histórica del vecino, que generó todo tipo de dudas, sobre todo hacia la capacidad del tolosarra de hacer al grupo capaz de competir contra grandes rivales, la asignatura pendiente de los blancos, en la pasada temporada y en esta.
Las dudas también llegaron en el propio Xabi Alonso, que veía como su centro del campo, lejos de ir a mejor, iba a peor. Güler, que comenzó a un nivel muy elevado al inicio de campaña, se iba diluyendo, como si la presencia de Bellingham le restara. Por su parte, el inglés, tampoco ha terminado de coger la forma. Eran signos preocupantes, eclipsados porque el equipo volvió a ganar.
Por aquel entonces también empezó a asomar la cabeza Camavinga, un hombre al que Xabi Alonso le quiere dar mucha importancia. El día del Clásico, prueba de fuego, el francés fue titular en un 4-4-2 que dejó fuera a Mastantuono, quien seguía jugándolo casi todo, pero que también se había perdido el derbi. El Real Madrid logró ganar al Barcelona, pero la victoria quedó eclipsada por la reacción de Vinicius al ser sustituido. Evidenció un problema con el entrenador, un problema que se ha hecho evidente en el último mes de competición.
Un equipo roto, por lesiones y anímicamente
Semana y media después, ante el Liverpool, comenzó la debacle. Xabi Alonso repitió el once del Barcelona, con Camavinga en el campo, dando a entender que ese sería su equipo ideal en partidos importantes. Los ingleses pasar por encima del Real Madrid, y desde entonces, el equipo se rompió por todos lados.
A partir de ese momento, entre las dudas de Xabi Alonso y las constantes lesiones de los futbolistas blancos, el tolosarra ha tenido que improvisar jugadores. Hasta tal punto que, en el partido ante el Alavés, el Real Madrid acumuló 10 bajas. Dos jugadores de la cantera han debutado, Valdepeñas en el lateral izquierdo, y David Jiménez en el lateral derecho. Carreras ha jugado cinco partidos de central, y Valverde acumula casi más partidos de lateral derecho que de lateral izquierdo.
En defensa, Rudiger ha vuelto justo a tiempo, para suplir a Militao, que se ha lesionado otros cuatros meses. El alemán, después de tres meses de baja, ha jugado más de lo que debiera, arrastrando problemas musculares. Mendy volvió a jugar seis meses después, y ha estado otras tres semanas fuera de los terrenos de juego. Huijsen se ha perdido los últimos partidos de Liga y Champions, y Asencio, con problemas musculares y con fiebre, ha sabido aguantar para no dejar al equipo sin defensa. Alaba, por desgracia, muchos se han olvidado de que juega en el Real Madrid, cada vez que tiene minutos, vuelve a tener problemas musculares. Y que decir de Carvajal y Trent Alexander-Arndol, que apenas han podido jugar en lo que va de año con dos lesiones importantes cada uno.
En el centro del campo y en ataque, Camavinga se ha perdido los últimos partidos por problemas musculares, Tchouaméni ha estado tres semanas de baja, Mastantuono ha sufrido una pubalgia que le ha tenido un mes apartado de los terrenos de juego, ahora Brahim se ha marcado con Marruecos a la copa de África. Ceballos también se ha perdido algún partido por problemas musculares. Por último, Mbappé lleva arrastrando problemas de tobillo y rodilla en las últimas semanas, aunque el francés lo ha jugado casi todo, por suerte para el Real Madrid.
Objetivo para 2026
El objetivo del Real Madrid para el año 2026 es recuperar a todos sus efectivos, que no haya lesiones. Con el panorama actual, es imposible que el equipo pueda rendir al 100%, son pocos los jugadores que están a su mejor nivel por las lesiones, lo que impide encontrar las mejores piezas para confeccionar un once de garantías. A partir de ahí, Xabi Alonso tendrá más opciones de encontrar el equilibrio que parecía tener al inicio de temporada, y que se ha ido deshaciendo por el paso de los partidos. Las lesiones están siendo un factor determinante para el Real Madrid, que ayuda a explicar el mal momento que sufre, no es el único motivo, pero lo es de peso.
Solo teniendo a toda la plantilla disponible, o a casi todos, se podrá confeccionar un once de garantías que permita al Real Madrid pelear por los objetivos al final de temporada.
