Si hay algo que no se le puede achacar a Rodrygo es su profesionalidad en el Real Madrid en estos últimos meses. El brasileño ha pasado de ser uno de los jugadores más importantes del equipo en los últimos años a ser la última opción de Xabi Alonso esta temporada. Pero lejos de quejarse, de venirse abajo y de tirar la toalla, se ha mantenido en silencio, esperando su oportunidad, estás han ido llegando y parece que ver la luz al final del túnel. En Copa, se puso el brazalete de capitán por primera vez, algo que le ha supuesto un gran orgullo personal.
Rodrygo y su temporada
Rodrygo ha logrado ver puerta en los dos últimos partidos que ha salido de inicio, y aunque el del Manchester no valió para rascar ni un empate (si para romper su malísima racha), el de Vitoria fue decisivo para sumar lostres puntos. Pero estos dos partidos no devuelven, ni mucho menos, a lo más alto al extremo. Porque su temporada pasada, este 2025 que está a punto de terminar, es su peor año como profesional, su peor año en el Real Madrid, y tiene mucho que mejorar. Pasó por un mal momento al final de la pasada temporada, lo que le hizo perderse los últimos partidos, algo que dolió mucho a los madridistas, porque aún había una Liga en juego, opciones remotas, pero las había, ganando en el Camp Nou, y se borró.
Xabi Alonso no ha contado con él, y no lo hubiera hecho a lo largo de lo que va de temporada si no hubiese sido por las lesiones y por el mal juego del equipo. Y ahí, cuando menos se esperaba de él, cuando ya pocos creían que podría resurgir, ha sido el único que ha visto puerta además de Mbappé, el único que ha dado algo de chispa a un juego del equipo irreconocible, lo que ha provocado que el jugador recupere algo de confianza.
Rodrygo, esperanzado para 2026
Además de sumar más minutos que en el inicio de temporada, Rodrygo, en está última semana y media de competición, ha roto una racha de casi un año sin marcar en Liga, la más larga en la historia de un delantero del Real Madrid, y de 9 meses en Champions. Además, el pasado miércoles, ante el Talavera, portó orgulloso por primera vez, el brazalete de capitán del club blanco.
Después de varios meses de sufrimiento, luchando por tener minutos, y luchando contra uno mismo, contra la ansiedad que producía su situación, Rodrygo ve este segundo tramo de temporada con algo más de optimismo, confiando en que puede ayudar al equipo a salir de esta crisis que atraviesa.
Último tren para Rodrygo
Rodrygo sigue en el Real Madrid, entre otros motivos, porque no llegó ninguna oferta por él en verano. Si bien es cierto que él siempre ha querido quedarse en la capital, podía esperar el año que está viviendo. Finalmente es uno más de la plantilla y le ha costado tener minutos, y estas últimas actuaciones, le dan, al menos, alguna vida más. Tendrá nuevas oportunidades, un último tren para demostrar que puede seguir el ritmo de un equipo en el que, cuando las cosas no van bien, se lleva todo por delante, olvidándose del pasado, mirando solo al presente para mejorar en el futuro. Y los que se quedan atrás, serán reconocidos por lo que hicieron, pero no volverán.
Rodrygo tiene motivos para sonreír, pero también motivos para seguir muy alerta. Porque es un jugador al que se le mira con lupa, y tendrá que demostrar que lo visto en esos dos partidos es fruto del trabajo de recuperación que lleva haciendo, y no algo puntual.






