Se acaba el año y el 2026 trae bajo el brazo un apasionante e intenso derbi entre el Espanyol y el Barça. El partido sobre el terreno de juego pinta a disputado porque los dos equipos, quinto y primero respectivamente, llegan al duelo en la mejor de las dinámicas. Además, la rivalidad histórica entre ambos hace prever un partido al rojo vivo dentro y fuera del campo con una grada que tiene claro el mayor objetivo de sus críticas: Joan García. El conjunto perico no quiere sanciones ni sustos y está extremando las medidas de seguridad.
Un derbi de nivel
Los derbis de rivalidad siempre son partidos especiales. Se suele decir que los derbis no se juegan, se ganan, y es que más allá de la clasificación en Liga, a estas alturas de la temporada más irrelevante, el triunfo es una cuestión de orgullo para Espanyol y Barça que cruzarán sus caminos este sábado, día 3, a las 21 horas. El partido llega en un gran momento de forma para ambos equipo lo que hace aún más interesante.
El Espanyol llega como quinto clasificado y con una gran dinámica de cinco victorias consecutivas en la competición doméstica: Sevilla (2-1); Celta, (0-1); Rayo, (1-0); Getafe (0-1) y Athletic de Bilbao (1.2). El equipo blanquiazul llega en gran estado de forma y con toda la confianza y motivación de que pueden vencer a su eterno rival en un RCDE Stadium donde eso nunca ha sucedido.
No será fácil con un Barça que llega líder, será campeón de invierno sea cual sea el resultado y acumula 8 triunfos consecutivos en Liga: Elche, Celta, Athletic, Deportivo Alavés, Atlético de Madrid, Real Betis, Osasuna y Villarreal. Además de un triunfo que lo afianzaría arriba antes de la Supercopa y metería presión al Real Madrid. Además, tiene el reto añadido de igualar la racha de 9 victorias consecutivas que alcanzó el curso pasado.
Joan García el foco de la ira
El partido viene marcado por la rivalidad y, sobre todo, por el regreso de Joan García a la que fue su casa y de la que salió este verano para recalar en el eterno rival, algo que muchos aún no le han perdonado. En octubre, durante el Espanyol-Elche, se escucharon cánticos contra Joan García en feudo perico. Concretamente en Gol Cornellà se escuchó ‘Queremos la cabeza de Joan’ por lo que toda medida es poca para que lo que importe sea exclusivamente el fútbol. Es por ello que se espera una noche complicada para el guardameta que tendrá que lidiar con ese ambiente y presión durante el duelo.
El Espanyol toma medidas de seguridad
Ante esta situación el Espanyol ya ha anunciado medias extraordinarias de seguridad. El partido se ha declarado de alto riesgo, pero, a mayores, el club ha querido reforzar las medidas de seguridad para evitar sanciones. El club ha transmitido a los aficionados una serie de recomendaciones de seguridad. Se harán controles exhaustivos en los accesos y, además, han instalado redes en las dos porterías para evitar el lanzamiento de objetos. Además, queda estrictamente prohibido el acceso al RCDE Stadium con cualquier tipo de prenda, bufanda o símbolo identificativo del FC Barcelona.
Por último, el club catalán recuerda los castigos que recoge el Reglamento Disciplinario del RCD Espanyol. «Hay diferentes sanciones en función de la infracción. Pueden ir desde amonestaciones privadas hasta medidas más graves como la suspensión o pérdida de la condición de socio o abonado durante 5 años, además de las sanciones económicas que puedan imponer los estamentos competentes entre 150 y 650.000 euros», señalan.






