La Ponferradina hace los deberes y regresa a Segunda División

Tras el 1-3 cosechado en el partido de ida en el Rico Pérez, la Ponferradina volvió a golpear primero. A los tres minutos de arrancar el duelo final, el cuadro berciano encontró el camino del gol. Con un potente tiro desde la frontal después de recibir un rechace, Óscar Sielva puso por delante a los suyos. Un tanto que, de esta manera, dejaba en una situación comprometida al Hércules, a quien se le complicaba aún más la remontada. A partir de ahí, y sin perder la esperanza, los hombres de Planagumà se pusieron el mono de trabajo para lograr un gol que mantuviera vivas sus opciones.

A través de un control total de lo que sucedía sobre el césped, la Ponferradina tenía el encuentro completamente amarrado. Sin embargo, Benja, muy insistente, no cesaba en su búsqueda del gol. Ante la incapacidad del Hércules para ver portería, los locales querían aprovechar la situación para incrementar su ventaja. Y a punto se quedaron de conseguirlo, pero el chut de Bravo, muy pegado al palo, no llegó a colarse en la meta de Falcón. Poco después, llegaría la respuesta del cuadro visitante, que tampoco estaría acertado para anotar.

En los minutos finales de la primera mitad las mejores ocasiones volvieron a ser para la Ponferradina. Con varias grandes paradas, Falcón evitó que la renta local se ampliara, lo que habría supuesto una ‘hecatombe’ para su equipo. No obstante, el Hércules, mediante un remate desde la frontal de Juanjo Nieto, también gozaría de una buena oportunidad para recortar distancias, pero su disparo se marcharía cerca del palo. Antes de encarrilar el túnel de vestuarios, el combinado berciano, dominador absoluto del juego, lo probaría de nuevo con varios centros hacia el área visitante que no encontrarían rematador.

Nada más reanudarse el juego en la segunda mitad, Planagumà ejecutaría su primer cambio. Para añadir más recursos en ataque, Juanjo Nieto cedió su puesto a Jona. Esta decisión pronto empezaría a verse reflejada en la dinámica del partido. Mucho mejor en esta segunda parte, el Hércules se hizo con la posesión del balón y buscó la creación de peligro. A pesar de ello, la defensa local, imperial en el cómputo total del encuentro, no cedía fisuras por las que superar a la zaga. Más adelante, Manu García tendría que meter la mano para enviar a córner un remate de Carlos Martínez.

El cronómetro seguía corriendo y el tiempo se le acababa al Hércules. Mientras tanto ambos técnicos seguían con su carrusel de cambios. Primero, Alvarado entraría por Adrián en el bando visitante. Luego, sería Bravo quien dejaría su lugar a Yuri. Como resultado, la irrupción del mítico ariete brasileño daría una marcha más a la Ponferradina. De hecho, inmediatamente después de entrar al campo, el delantero carioca anotaría un gol que sería anulado por fuera de juego. Posteriormente, Jona intentaría encontrarse con el gol a través de un disparo a la media vuelta que atajaría el meta local.

En el tramo final del encuentro, los aficionados empezaron con los cánticos propios de la situación, que ya veían a su equipo con el ascenso bajo el brazo. Aunque todo estaba ya sentenciado, el Hércules buscó el tanto del empate hasta el desenlace. Con el pitido final, el estadio estalló de entusiasmo y El Toralín se convirtió en una auténtica fiesta. Desde las gradas, cientos de aficionados saltaron a celebrar el ascenso con los suyos. De esta manera, la Ponferradina da por concluida una temporada de ensueño que termina con el regreso a la división de plata. Tres años después, Ponferrada volverá a disfrutar del fútbol profesional.

Twitter: @jorgegcuesta