Una vez llegados a octavos de final, lo único que no quieren los 22 jugadores protagonistas es no perder el partido. Empezar seguros, sin errores, bien juntos y ordenados. A partido único, el desenlace de la eliminatoria puede ser fatal aunque el error sea mínimo. A priori, la eliminatoria única augura espectacularidad -como el reciente Tenerife-Athletic-, pero el miedo a perder puede pesar como una losa a estas alturas de competición.
Y en esas estaban en Vallecas, pues nadie se decidía a tomar el mando de un partido que daba bandazos según si el Villarreal era capaz de zafarse de la enorme presión que los de Vallecas ejercían. La orden de Jémez de apretar el centro del campo groguet se traducía en pérdidas y poca fluidez de balón, pues tampoco aprovechaba el conjunto local sus opciones de marcar gol. El gol vallecano se resistía. Y no solo el local, pues los de Calleja tampoco estaban afinados de cara a gol. En las pocas ocasiones que consiguieron desenmarañar el tejido defensivo de Jémez, se creaban aproximaciones pero no peligro real. Para las estadísticas bien, pero el peligro ahí no se refleja.
Fer Niño salvador
El inicio de la segunda parte no fue nada diferente del final de la primera. Un Rayo apretando a un Villarreal que tenía la firme idea de proponer. Pero, claro, no es lo mismo proponer sin Cazorla en el campo que con el asturiano dentro de él. Casualidad o no, la mejor versión del Villarreal sale a relucir con el 8 sobre el campo. Obvio que no es casualidad. Es la magia y la fluidez de este equipo, a pesar de su longeva carrera.
El VAR anuló el tanto al Villarreal y dio un respiro a la parroquia vallecana, que les daba esperanzas de continuar en la competición del KO. Ante el exhaustivo trabajo de los hombres locales, Calleja tuvo que mover fichas y dar entrada a sus hombres más ofensivos. Y le dio resultado, aunque tardío. ¿Alguien había oído escuchar de Fer Niño antes del sábado pasado? Poca gente, algunos buenos seguidores groguets. Ahora nadie se olvidará de esta figura que promete un futuro ilusionante.
Abrió la lata con el 0-1 y ahuyentaba posibles fantasmas de eliminación. Ponía al Villarreal en cuartos a solo 5 minutos del final, desenlace amargo para Vallecas. A su gol se sumaba el de Cazorla, que está a punto de firmar la campaña más goleadora de su carrera. El Villarreal golpeaba firmemente en los instantes finales y dejaba en KO a su oponente, gracias, en parte, al prometedor Fer Niño, que está despejando las posibles dudas de acudir al mercado de invierno para traer nuevos delanteros. Quizás en casa encuentren lo que necesiten y, mientras, el Villarreal ya está en cuartos de final.