Un drástico giro de rumbo

Aunque no fue una gran sorpresa la decisión, el anuncio hecho ayer por el Sporting de nombrar a Javi Rico como nuevo director deportivo en sustitución de Miguel Torrecilla, si cogió con el paso cambiado a muchos. Aunque este martes ya han podido leer en la sesuda prensa deportiva local que el acometer ese relevo llevaba tiempo decidido, la realidad es otra. La cruda realidad que es sabida, pero que nadie parece querer contar, es que el Sporting sí presentó hace ya tiempo una oferta de renovación al salmantino. Una renovación que por la razón que fuese, el que ya se puede considerar ex-director deportivo no consideró aceptar. Torrecilla tendría sus razones.

Una vez ocurrido eso, el Sporting ciertamente es de alabar que se ha movido con cierta rapidez. Ha cerrado, con tiempo para que pueda ir trabajando, un relevo al frente de la parcela deportiva. Solo el tiempo dirá si la contratación de Javi Rico ha sido acertada. Espero y deseo que pueda estar los próximos tres años de su contrato para juzgarlo como se debe. Espero y deseo que desde el club se le doten de los máximos recursos disponibles para hacer su trabajo. Y también espero y deseo que no haya prisa por afición y por supuesto medios de comunicación para sentenciarle en un año o menos.

Este último punto es un deseo que si la ‘pelotita’ no entra será imposible de cumplir. Porque en este deporte se vive de resultados y si no los cumples te lleva la marea. Es una realidad y Javi Rico estará expuesto a ello. Pero sería deseable que esa fiera turba de corriente crítica, que hace nueve meses aplaudía la planificación de esta temporada en curso y ahí está la hemeroteca para demostrarlo, no empiece a poner piedras en el camino tan pronto como hizo estos últimos años.

Un cambio total en el modelo de trabajo

Lo que si es una realidad es que con la llegada de Javi Rico, la dirección deportiva rojiblanca apunta a un nuevo modelo de trabajo. Con Miguel Torrecilla al frente, el Sporting cambió totalmente su forma de trabajo. El club sufrió poco menos que una actualización radical en su manera de trabajar a nivel de scouting y seguimiento. El Sporting adoptó métodos de trabajo de una dirección deportiva moderna, más propia del siglo XXI y que no había tenido hasta entonces. Todo eso combinado con seguimientos a jugadores en directo. Esto, juzgado exclusivamente a nivel de resultados, es evidente que no ha dado un rendimiento satisfactorio.

A priori la llegada de Javi Rico supone volver un poco a la vieja escuela. La de un ‘hombre de fútbol’ que se hace kilómetros y kilómetros cada semana o fin de semana viendo partidos y haciendo seguimiento de jugadores. Es, a priori, la vuelta a la figura del secretario técnico de hace unos años que a la del director deportivo moderno. Algo que, seguramente, sea mucho más apropiado para la categoría en la que se está actualmente. Pero es un modelo de trabajo que personalmente me deja serias dudas pueda funcionar y hacer crecer al club en caso de ascenso a Primera.

Pero digo a priori por exclusivamente el currículum de Javi Rico. El gijonés ha trabajado en muchos clubes, pero nunca ha dirigido, más allá de seis años en el Pontevedra en una época donde los topes salariales y el control económico eran pura ficción, una dirección deportiva. Habrá que ver como maneja esta parcela; si lo hace exclusivamente como hacía su predecesor o tendrá apoyo de otros estamentos del club. En este punto uno tiene la sospecha de que Javier Fernández e incluso Joaquín Alonso van a intervenir mucho más en este tipo de decisiones económicas y deportivas.

Lo que es innegable es que Javi Rico tendrá un reto mayúsculo, pero que como gijonés desde luego será atractivo y motivador. Tendrá que lidiar con un recorte muy importante en el tope salarial para poder confeccionar una plantilla que pueda pelear por el único objetivo del Sporting en Segunda División; volver a Primera.