Fútbol de quilates en Balaídos

Fútbol de alto standing esta tarde de sábado en Balaídos. Celta y Barcelona se miden en el estadio vigués, en un capítulo más de la lucha por salir del pozo clasificatorio por parte de los locales y para seguir optando a otro entorchado liguero los visitantes, campeonato encabezado ahora mismo por el Real Madrid con el mismo puntaje catalán.

Día de reencuentros, donde con la camiseta celeste, hombres importantes como Jeison Murillo, Denis Suárez y Rafinha Alcántara, querrán demostrar tanto su valía como su gran momento de forma ante los que antaño fueron sus compañeros. También estará en el punto de mira, el técnico olívico, Óscar García, que este viernes renovó por 2 campañas más su vínculo con el Celta, lo que indica que hay proyecto a la vuelta de la esquina -foto superior-.

Se nota que nos acercamos al 30 de junio y el uruguayo Lucas Olaza también queda atado por 4 millones, tras un acuerdo entre el club gallego y el Boca Juniors argentino. Posiblemente, Rafinha también sea propiedad del Celta en los próximos días por una cantidad que oscila entre 8 y 10 millones de euros, lo que viene siendo un precio de venta a la baja, ocasionado por la necesidad culé de generar ingresos y de que al brasileño le resta un año de contrato con el la entidad de Las Ramblas. Y a partir de ahí y con la permanencia encarrilada, es posible, que se sigan adquiriendo los cedidos de este mercado de invierno, que tan buen rendimiento están produciendo, sobre todo el defensa central colombiano.

También hay movimientos en los visitantes con el emergente trueque mediocampista entre el bosnio Miralem Pjanic que milita en la Juventus y el carioca Arthur Melo. Malos tiempos en el plano económico para los de la Ciudad Condal, donde le acucia la necesidad pecuniaria.

Partido especial para Iago Aspas, que alcanzó el centenar de goles en Primera División en el Reale Arena el miércoles, al anotar un penalty que se había cometido sobre él mismo. Bien se le da al moañés batir al germano Ter Stegen, que ya lo logró en 5 ocasiones desde 2015 -mejores registros que otros arietes del panorama nacional-. Por contra, están sus 2 grandes lesiones, que se produjeron en sendos choques contra los culés del 2018.

Por parte local, son bajas seguras el meta Sergio Álvarez y el defensa David Juncá, y duda Fran Beltrán por molestias. Más extensa es la nómina de ausencias de los barcelonistas, compuesta por el holandés Frenkie De Jong, el sancionado Busquets, Sergi Roberto y el galo Ousmane Dembélé. A la que se unirá Arthur posiblemente por su inminente salida.

El Barcelona llega a Balaídos, encadenando 5 encuentros sin recibir tanto alguno. Algo que no sucede desde el pasado 1 de marzo, cuando cayó 2-0 en el Santiago Bernabeu. No es que esté haciendo brillantes encuentros tras el confinamiento, pero son 3 victorias y el empate en el Ramón Sánchez Pizjuán. Sin embargo, los de OGY se repusieron el pasado domingo con el set en blanco al Alavés y la victoria en la jornada anterior por la mínima en tierras vascas, a un retome dudoso de competición, tras realizar un paupérrimo encuentro ante el Villarreal en Balaídos, donde no remataron a la portería de Sergio Asenjo y cayeron en el 91 con un tanto de Manu Trigueros, pudiendo ser una goleada de aúpa, si no es por Rubén Blanco, que parecía el único que no sufrió el parón de competición.

A ello, le precedían 4 encuentros sin encajar, algo que ya no es sorpresa desde la llegada del capo de la zaga Murillo, que se está convirtiendo en el mejor defensa celeste del siglo XXI. Con 7 puntos de los últimos 9 jugados, el Celta recupera esa sensación de equipo unido, plasmada el pasado miércoles en los vestuarios de Donosti – imagen abajo-.

En lo tocante a los enfrentamientos en el escenario de dentro de unas horas, el Barcelona no se impone sobre el tapete del Lagares desde abril de 2015, con un 0-1 obra de Mathieu (encuentro marcado por la expulsión de Orellana tras lanzarle un trozo de césped al siempre exasperante Busquets).

La buena racha comenzó con una oda al fútbol en septiembre de dicho año con el 4-1 a la MSN (vengándose en la vuelta con el bochornoso penalti indirecto, perpetrado con goleada momentánea). Otros cuatro endosaron los celestes en la 2016-2017 (4-3), con un fugaz 3-0 en 10 minutos de la primera parte, que casi fue repuesto por los blaugranas. Luego vinieron sendos 2-2 en las dos ediciones posteriores. Y finalmente el 2-0 de mayo de 2019 con un Barça plagado de suplentes, por su encuentro en Anfield 3 días después, ante un Celta necesitado de puntos para eludir la pérdida de categoría.