Rodri Ríos da oxígeno al Oviedo

Victoria y tres puntos balsámicos para un Real Oviedo que saca la cabeza de la zona baja. Un triunfo que le permite aumentar a ocho su renta con la zona de abajo e incluso colocarse a siete de la zona de play-off. Los logró frente a un Real Zaragoza que volvió a pagar caro un error defensivo y de Cristian Álvarez, colaborador necesario en el gol carbayón, que les deja fuera del descenso pero solo por una diferencia de dos goles mejor que el Centre D’Esports Sabadell.

El Real Oviedo comenzó mejor el choque, más vivo y más activo, aunque sin ocasiones. La única con cierto peligro un disparo alto de Javi Mier. Poco a poco los maños fueron entrando y haciéndose más al partido. Narváez probó de disparo lejano alto, pero la más clara sería azul con una anticipación vital de Cristian Álvarez para evitar el gol de Rodri Ríos.

El guión quedó establecido con el Zaragoza teniendo más balón y el dominio y con un cuadro azul más reactivo, buscando robar, correr y generar con espacios. Pero con el paso de los minutos las ocasiones fueron a menos. Solo un disparo de Narváez que despeja Grippo cuando apuntaba a ser el 0-1 llevó algo de peligro en una primera parte que fue aburrida y con muchas imprecisiones e interrupciones.

No mejoró el partido tras el descanso, pero en una acción aislada Rodri Ríos fue más listo que nadie para adelantar al cuadro azul. El soriano ganó la posición a Jair para cabecear un centro muy bombeado de Borja Sánchez a gol. Cristian Álvarez dudó, quedándose a media salida y ayudando en parte al gol del delantero azul que se reivindica con gol el día que estrenaba titularidad.

Le tocaba al Real Zaragoza proponer si no quería irse de vacío de Oviedo, pero le costaba mucho al equipo de JIM. El Oviedo estaba cómodo y con marcador a favor podía tener muchos más espacios para correr y lograr el 2-0. Lo tuvo Borja Sánchez al 67′ pero esta vez Cristian Álvarez sí intervino con un acierto salvador. Las transiciones azules llevaban peligro y mantenían al Zaragoza lejos del área de Joan Femenías. Solo Narváez, con un centro chut casi a la desesperada está a punto de sorprender a un portero azul que atajó sobre la línea.

Juan Ignacio Martínez quemó las naves y buscó más presencia en el área sacando también al ‘Toro’ Fernández y a colgar balones. El Oviedo defendía cada vez más atrás y no era capaz a cerrar el partido y hubo un momento de mucha tensión cuando el VAR llamó a De la Fuente Ramos para revisar un posible penalti por mano -que existió- de Grippo. Sin embargo se determinó que dicha acción viene provocada por una falta previa del ‘Toro’ Fernández.

Fue la última de un Real Zaragoza que incluso pudo acabar 2-0 abajo si Sangalli mete el gol de la jornada con una vaselina desde la frontal que se va al larguero. El rechace del travesaño le queda a placer a Obeng, que falla su remate a placer. Fue la última acción de un partido que se decidió para quien supo aprovechar mejor el error del rival.