Después de ganar de forma cómoda al Valencia, el Osasuna viajará a Balaídos para enfrentarse a un Celta que viene de perder ante la Real Sociedad.
Los celestes se despiertan del sueño europeo
Si alguna posibilidad había de alcanzar la séptima plaza, que este año da acceso a la UEFA Conference League, esta pasaba por ganar a la Real Sociedad el pasado jueves. A pesar de que los celestes entraron al campo creyendo, con el capitán Hugo Mallo asestando el primer golpe, los donostiarras supieron darle la vuelta al encuentro y desterrar las opciones europeas de su rival.
Así, con el descenso y las plazas europeas a la misma distancia, 11 puntos, el club olívico se encuentra en tierra de nadie. Pese a todo, Coudet no puede permitir que su equipo se relaje, y debe comenzar a poner los cimientos de la próxima temporada. Por ello, evaluar a jugadores como Baeza, para determinar si debe salir cedido, o Solari, para comprobar si puede ser importante el próximo año, tendría que ser una prioridad para el técnico argentino, aunque la idea de cambiar su once tipo no le haga especial gracia.
Por otro lado, en la defensa sigue habiendo muchas incógnitas de cara al futuro. Según confirmó Miñambres, por Araujo y Aidoo se escucharán ofertas, Murillo parece que no continuará y se antoja complicado que el Celta ejecute la opción de compra sobre Aarón Martín. Veremos si el Chacho es capaz de ordenar sus ideas y sacar algo positivo de lo que queda de campaña.
Para el enfrentamiento, Sergio Álvarez y Rubén Blanco continúan en la enfermería, mientras que Emre Mor sigue recuperándose de su pubalgia. No se esperan novedades en el once, y más teniendo en cuenta las declaraciones de Coudet, afirmando que «no piensa regalar minutos a los menos habituales».
Osasuna, salvado virtualmente
Habiendo alcanzado la barrera psicológica de los 40 puntos la pasada jornada, tras derrotar al Valencia, los de Jagoba Arrasate suman tres victorias consecutivas y siete partidos sin perder. Desde la novena posición, miran muy de lejos al descenso, y ahora podrán disfrutar sin presión de lo que queda.
El propio entrenador pamplonica afirmó que se sienten salvados: “No sé las matemáticas lo que dicen, pero nos sentimos salvados. Después de un año tan complicado ahora creo que sí que podemos decir que lo tenemos”. También se quiso acordar de los aficionados, dejando claro que «ahora toca disfrutar». Finalmente, sobre los planes de aquí al final: «Tenemos que seguir compitiendo como estamos haciendo. Estamos en buen momento y vamos a intentar quedar lo más arriba posible. Y si podemos adelantar trabajo para el año que viene, bienvenido sea también».
Los de Pamplona no podrán contar con Rubén Martínez, con fractura en un dedo de la mano. Son duda Juan Cruz e Iñigo Pérez, ambos con molestias. Se prevén rotaciones en la alineación, pero Arrasate no ha querido mostrar sus cartas.
Así, el partido más intrascendente de la jornada espera ofrecer espectáculo, con dos equipos sin presión y con ganas de jugar bien al fútbol.