El Derbi de Manchester, más celeste que nunca

Ralf Rangnick y su plantel llegaron al Etihad Stadium y no recibieron la bienvenida que esperaban, pues los Red Devils regresaron a casa con las manos vacías.

Esta tarde se celebró la ansiada fecha del Derbi número 50 de Manchester en la era Premier, un día muy importante para el torneo. Los citizens debían ganar para mantenerse con cierta ventaja en la primera plaza del campeonato. Mientras tanto, el Manchester United necesitaba estos tres puntos para no desenchufarse en la pelea por puestos de Champions League, donde el Arsenal muy en forma parece difícil de batir.

El City venía de demostrar hace un par de jornadas ante el Tottenham que no es invencible, y que hay formar de derrumbarlo. Como consecuencia, esta demostración trajo más exigencia, y ahora los skyblues esconden sus debilidades exprimiendo sus virtudes.

En cuanto a virtudes, el United deja muchas dudas. El equipo es una incertidumbre total, no hay certezas en el talento. Hoy tenían que salir con el XI de gala, pero no hay XI de gala. No han terminado las probaturas que necesita Rangnick para afianzarse con la nómina. Además, sin el mejor sabor de boca, pues la ausencia de Cristiano Ronaldo por problemas musculares era algo clave. Y en el derbi, todos estos matices pasan factura.

De hecho, los de rojo salieron con una idea clara. Defender cerca de su área, hacer que el City descuidara la retaguardia al concentrarse en marcar. Esta idea, en parte, se dió; pero la falta de armonía por parte de la visita y el gran talento de los de Guardiola, con automatismos increíblemente predeterminados. Sumado de un plan de ataque en el dibujo que, basándose en este talento, nos dejaba un City lleno de excelencia.

El dibujo ofensivo del City ante la cerrada defensa del United. (Imagen hecha en La Pizarra del Míster).

De hecho, el plan arrasador de Guardiola rozó la perfección, y el gran estado de forma de sus jugadores ante la decaída del United ayudó a que el golpe sobre la mesa lo diera Kevin de Bruyne al 5′ con una gran combinación previa de Bernardo Silva y Grealish, que aprovecharon el desorden de la zaga central rival. El plan de Rangnick se ejecutó cuando al 22′ un contraataque tomó desprevenidos a los citizens y Sancho con algunos toques de elegancia disparó desde el borde del área para igualar el marcador y cumplir la ley del ex. Al 28′ De Bruyne rompió la igualdad luego de una genialidad de Foden que remató y terminó en una serie de rebotes en el área que el belga finalizó. Con un 2-1 se iban al descanso para ver qué matices se podían tocar.

El United salió tras el descanso sin cambio alguno, intentando, pero sin precisión. Una vez el City agarra vuelo, es imparable, pero De Gea aplazó la sentencia con una gran actuación. Al 68′ De Bruyne centró desde el córner y Mahrez golpeó de primeras con una magnífica acción, a la que De Gea ya no pudo responder, y neutralizaba el partido. En el 90′ Mahrez rompió al espacio y con un remate que casi noquea a David De Gea tras chocar con su cara, marcó el 4-1 que cerró este recital.

De esta forma, Rangnick se queda sin buenas sensaciones. Sin piezas que cuajen entre todo lo que tiene. Dejando sin rumbo una entidad que estimaba mejores resultados a lo largo de la temporada. No hay bases, ni pilares. Es hora de un fuerte cambio, buscar confianza y ánimos, que es lo que le falta a los grandes nombres de talento.

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