Contra todo pronóstico, el Inter depende de sí mismo en la recta final de la fase de grupos de la UEFA Champions League. Revertiendo su situación sorprendentemente en el grupo C, el subcampeón italiano sabe lo que tiene que hacer para avanzar a la ronda de dieciséis mejores. De conseguir un triunfo ante el ya sentenciado Viktoria Plzen, la cuestión estaría resuelta y poco importaría lo que suceda luego. El Barcelona mira con miedo este duelo decisivo.
A reservar un trono
Acostumbrado al fiasco apenas en la primera ronda de la Liga de Campeones, el Inter parece haber asimilado como competir en Europa. La derrota (0-2) contra el Bayern Münich pasó de generar un mal aura a entrar dentro de las posibilidades en apenas semanas. Esto luego del doble saldo positivo obtenido ante el Barcelona (1-0, en Italia; 2-2, en España) que demuestra su pedigrí adquirido los últimos años. Poco importa su clasificación en la Serie A (7°, a 6 puntos del Napoli) -ahora- mientras tengan la oportunidad de repetir presencia en los octavos de final por segunda campaña consecutiva. En especial, si es con una jornada de antelación. «Estamos a un paso de alcanzar nuestro primer objetivo de la temporada. Sabemos lo que hemos trabajado», afirmó Inzaghi en la previa.
Bastante humilde el italiano, tanto para mencionar que su equipo se ha esforzado para tener a tiro la clasificación como el hecho de que tendrán un oponente complicado al frente. Porque si bien la suerte del Viktoria Plzen ya estaba echada en cuanto se sortearon los bombos, no por nada se ganó su lugar en la máxima competición de clubes. De igual forma en que dejó atrás a HJK (1-7 global), en la segunda ronda clasificatoria, Sheriff (2-4), en la tercera ronda, y Qarabag (2-1), en los play-offs, el campeón checo compitió contra Barcelona, Bayern y el mismo Inter. Habrá endosado sendas caídas, mas eso no quita que compite con el mismo ímpetu con el que lidera la Fortuna Liga (32 puntos). «Sabemos contra quién jugamos y qué podemos hacer. Lo daremos todo», aseguró Bilek.
Sin tiempo de malos hábitos
Valientes palabras del antiguo seleccionador de República Checa que manda un serio aviso de lo que puede suceder en el Giuseppe Meazza este miércoles. Aunque, cabe decirlo, los antecedentes no favorecen a su equipo ni, de hecho, a ningún represente de su país: 10 encuentros sin victoria alguna en territorio transalpino en la Copa de Europa. Por lo tanto, quedará en manos del Viktoria Plzen hacer historia, así sea solo para la foto y no para hacer cuentas. Sin embargo, la escuadra de Pilsen no podrá tener a Sýkora, Kliment y Kopic en su nómina. Algo que facilita las cosas a un Inter que, salvo Brozovic, recupera a Lukaku y Gagliardini. Una señal de bienaventuranza que escurre cualquier premonición de repetir los errores del pasado.
Y es que por más que los ‘biscione’ hayan roto su mala racha en las liguillas el curso anterior, deberán confirmar que ya dejaron de complicarse la vida en instancias decisivas. Siendo eliminados en la fase de grupos de la 2018-19 (Barcelona y Tottenham), 2019-20 (Barcelona y Borussia Dortmund) y 2020-21 (Real Madrid y Borussia Mönchengladbach), el factor común fue que, en todas esas veces, el Inter falló teniendo todo a favor. Así las cosas, este choque contra el Viktoria Plzen debe ser la refrenda definitiva de que ya recuperaron su estatus en la élite. El camino marcado hacia el olimpo europeo está trazado. Los interistas no necesitan más cálculos.
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