La objetividad disfrazada sentencia al Real Madrid

La polémica derivada del encuentro entre el Real Madrid y el Almería nada tiene que ver con otros encuentros con decisiones controvertidas

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La pasada jornada de La Liga EA Sports vivimos el que ha sido, según muchos, uno de los atracos más graves de la historia reciente de la máxima competición española. Tras el encuentro entre el Real Madrid y el Almería, gran parte de la prensa, de las redes sociales, e incluso de figuras con peso en La Liga como Xavi Hernández alzaron la voz frente al que consideraban poco menos que uno de los mayores escándalos de la historia del fútbol.

Todo ello, provocado por un partido en el que el VAR entró para corregir tres errores de Hernández Maeso, con más o menos acierto. Y hablo de acierto porque dos de esas jugadas dejan poco lugar a la duda: Bellingham recibe una clara agresión en la acción que precede al gol de Arribas a un metro del colegiado, que no señaló nada. En la jugada del penalti, el balón golpea en la mano de Kaiky en una posición antinatural.

Muchos hablan de una posible falta en ataque de Rüdiger, pero en las repeticiones queda claro que el zaguero alemán ya estaba en el aire cuando el futbolista visitante invade el espacio de su salto. Más interpretable es la jugada de la mano de Vinicius, que, con el reglamento en la mano y con decenas de repeticiones, aún no termina de crear un consenso general.

Mismos protagonistas, distintas reacciones

Unas intervenciones que provocaron que tanto la UD Almería como una gran parte del mundo del deporte se movilizase hablando de un escándalo. Pero sin ir más lejos, el conjunto almeriense no se movilizó de la misma manera tras su derrota en Montjuic frente al Barça después de que el tanto de la victoria azulgrana viniera precedida de un córner mal señalado.

Precisamente Xavi, uno de los primeros en alzar la voz, en un ejercicio premeditado de objetividad disfrazada, no habló de caza de brujas tras su victoria en Anoeta después de penalti que pareció claro de Koundé sobre Oyarzabal. En la visita del Athletic Club al feudo azulgrana, nadie se hizo eco tampoco de un claro agarrón de Cancelo a Nico Williams dentro del área, en un partido que acabó con victoria culé por la mínima.

Por supuesto, en ninguna de esas ocasiones la prensa habló de un atraco de dimensiones desorbitadas. Tampoco lo hizo el Real Madrid. De hecho, el conjunto blanco, en la pasada eliminatoria de Copa del Rey frente al Atlético, no levantó la voz tras un gol anulado en el que el frame elegido por el VAR no parecía el correcto, ya que el cuero ya había salido del pie de Carvajal.

Tampoco nadie en La Casa Blanca se pronunció sobre la segunda amarilla que no recibió De Paul tras un pisotón a Carvajal estando ya amonestado. Sin embargo, hace justo un año, en la eliminatoria copera, el Atlético de Madrid, con Gil Marín a la cabeza, encabezó una nueva protesta general reclamando una segunda amarilla no señalada a Dani Ceballos, alegando que “dejar con 10 al Madrid en su estadio son palabras mayores”. Una situación prácticamente calcada, pero con distintas reacciones por parte de los clubes y de la prensa.

Pero iré un paso más allá. En 2022, con el Real Madrid jugándose la Liga en el Sánchez Pizjuán, Cuadra Fernández anuló un gol a Vinicius por una supuesta mano por un balón que claramente controló con el hombro, previa revisión en la pantalla del VAR. Ni una palabra en el Madrid. En 2021, frente al mismo rival, el Madrid perdió los tres puntos por una mano señalada sobre Militao con previo rebote en su hombro y en un balón que recibió de espaldas. Una jugada por la que, por cierto, terminaron cambiando la norma. El Atlético de Madrid terminó ganando esa Liga por dos puntos, y absolutamente nadie inició una caza de brujas como se ha hecho esta semana.

Un escándalo desde el Comité Técnico de Árbitros

Sin embargo, el plato fuerte ha llegado hoy lunes. Más allá de las quejas hoy mucho más altas que otros días y con otros protagonistas, llega la filtración a Gerard Romero de un audio procedente de la mismísima sala VOR. Un audio que el periodista, con afinidad con el Barça, ha utilizado para continuar hablado de esa caza de brujas con otra jugada polémica, la supuesta agresión de Vinicius sobre Pozo sobre la que el VAR no intervino.

Con lo que tal vez Gerard no contase, es que su disparo podría hacer efecto boomerang. ¿De dónde sale el audio si no hubo revisión pública? ¿Alguien dentro del CTA ha filtrado el audio deliberadamente? Y lo que es aún si cabe más importante, ¿con qué propósito? Un acto que va más allá de lo acontecido ayer sobre el verde, y que hace al Real Madrid preguntarse si alguien dentro del CTA o de Mediapro tiene un interés especial en que esta caza de brujas continúe, un hecho que traspasa la barrera de lo futbolístico e infiere en un delito civil.

En vista de todo esto, y ante la evidente diferencia de las reacciones de unos y otros equipos cuando el rival es el Real Madrid o no, lanzo una última pregunta: ¿Qué pasaría si fuese el Real Madrid el club investigado por pagos irregulares durante 18 años al Vicepresidente del CTA? ¿Habríamos visto las mismas reacciones por parte de la prensa y por el resto de conjuntos de la Liga? Que cada uno saque sus propias conclusiones.

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