Real Madrid y Manchester City afrontar su primera final de la temporada. Una final anticipada a la que venimos estando acostumbrado desde hace ya cuatro temporadas de forma consecutiva, de la mano de tres semifinales seguidas entre los dos. En esta ocasión, sin embargo, la Champions League nos depara este enfrentamiento mucho antes de lo habitual: en dieciseisavos de final.
Un cruce que es producto de la mala actuación en la liguilla firmada por ambos equipos, y que, como castigo, se ven obligados a verse la cara a primeras de cambio. Un enfrentamiento en el que, pase lo que pase, uno de los grandes favoritos a levantar la Champions quedará fuera. De hecho, en las últimas tres temporadas, el vencedor de este nuevo clásico europeo es el que se ha terminado coronando como campeón.
El Real Madrid sale con toda la artillería a la primera batalla… Y Valverde en el lateral
Y a diferencia del la batalla del Etihad Stadium de la pasada edición de Champions, Carlo Ancelotti, cuenta este año con un arma de la que no disponía la temporada pasada e: Kylian Mbappé, que llega en el mejor momento de la temporada, y conformará la delantera blanca acompañado por Rodrygo y Vinícius, y secundado por Jude Bellingham, con toda la carne en el asador para ofrecer un gran espectáculo.
Donde Carletto sí se topó con un gran problema es en la parcela defensiva. Sin Rüdiger, Alaba y Lucas Vázquez, el italiano tendría que hacer malabares para conformar su defensa titular. En el centro, parecía evidente que Asencio y Tchouaméni serían las piezas clave, mientras que las dudas se limitaban a los laterales, más concretamente, al lateral derecho.
En el mismo, la lesión de Lucas Vázquez abría dos posibilidades: la más lógica, que consistía en retrasar a Fede Valverde al lateral, optando por una opción segura pero perdiendo un activo en la medular, y la más sorprendente, que probó el técnico italiano en la previa del encuentro, y consistía en colocar a Mendy en la derecha a pierna cambiada. Una opción que se valoró hasta que se anunciaron las alineaciones, tras lo que quedó como poco más que una idea.
Finalmente, sin lugar para la sorpresa, Carletto optó por salir con una defensa tan poco habitual como poco convencional. Finalmente, tanto Valverde como Mendy conformaron los laterales, siendo Fran García el gran damnificado en una alineación con la que el técnico italiano probaba por primera vez en toda la temporada, siendo un experimento necesario en uno de los momentos más importantes de la temporada.
La alineación definitiva del Real Madrid en el Etihad
De este modo, el once final del Real Madrid quedó confeccionado de la siguiente manera: Courtois; Valverde, Tchouaméni, Asencio, Mendy; Camavinga, Ceballos, Bellingham; Rodrygo, Vinicius y Mbappé.