En los años recientes en el mundo del fútbol, la pizarra ha ocupado el espacio del talento, de la mano de un deporte en el que lo táctico ha pasado a primar por encima de las aptitudes de fútbol. Algo que se ha traducido en un fútbol cada vez más posicional, en el que los automatismos priman por encima de las libertades con la pelota.
Sin embargo, siempre existen excepciones. Excepciones que, en muchos casos, son soluciones. Y dentro de una plantilla tan variada como la del Real Madrid, a veces resulta hasta sorprendente que Fede Valverde sea el hombre elegido para prácticamente todo. Un salvavidas para Ancelotti, que durante los últimos años ha sacado las castañas del fuego en todo tipo de posiciones.
La polivalencia de Fede Valverde, un talismán para Ancelotti
Cabe destacar en primer lugar las condiciones que hacen de Valverde un futbolista especial. A su extraordinaria fortaleza física se suma una verticalidad poco usual que lo convierte en un box-to-box por excelencia. De hecho, en las temporadas que más cerca ha jugado del área rival, ha superado holgadamente los 10 goles, gracias, en gran medida, al golpeo con su pierna derecha que se ha convertido en un recurso más para el Real Madrid.
Sin embargo, su disparo desde cualquier zona del campo y el peligro que genera en la zona de tres cuartos están lejos de ser sus mejores virtudes, y eso es decir mucho. La mayor virtud de El Halcón, como bien sabe Ancelotti, gira en torno a la enorme polivalencia que ha servido para sacar las papeletas en más de una ocasión. Y su desempeño esta campaña como lateral derecho cubriendo la baja de Carvajal demuestra que Fede Valverde es mucho más que un centrocampista.
Especialmente, si tenemos en cuenta que Ancelotti no es el primero en colocarlo en una posición tan poco habitual para él. Ya en 2021, Zinedine Zidane fue el primero en darle los galones de la banda derecha para una gran eliminatoria de Champions League frente al Liverpool, firmando una gran actuación en ambos encuentros.
La siguiente campaña llegó Ancelotti, y vio tal destreza de Fede en cualquier zona del campo, que terminó la campaña como extremo derecho. Una posición que poco o nada tiene que ver con su posición teórica de pivote o interior. Y aun así, más allá de actuar como nexo entre la medular y el ataque, firmó actuaciones de gran calibre. Por ejemplo, y sin hacer mucha memoria, el uruguayo fue el asistente del solitario gol de Vinícius en la final de París, que terminó con La Decimocuarta Champions League en las vitrinas del Bernabéu.
El lateral, el último examen que Valverde ha sacado adelante de forma sobresaliente
Y tras dos temporadas jugando en su posición, las lesiones lo han devuelto al lateral derecho. Y más allá de, como el propio Valverde ha afirmado “estar dispuesto para cualquier posición en la que el míster le necesite”, la realidad es que se ha consolidado como un excelente lateral. Un lateral muy ofensivo que hace las veces de carrilero, alcanzando con asiduidad la línea de fondo rival, generando un dolor de cabeza por la banda derecha que comparte con Rodrygo.
Las grandes actuaciones que ha firmado son la viva prueba de ello, demostrando que, para tranquilidad de Ancelotti, puede encontrar en Valverde un centrocampista, un extremo o un lateral. Para más inri, el técnico italiano alzó la Champions en 2022 poniendo a Valverde en el extremo. Repitió el hito con Valverde como interior en 2024. Y ahora… ¿será capaz de ganar una nueva Champions con Valverde en el lateral?