La presentación de Ferrari en la ciudad de Milán estaba diseñada para ser una gran fiesta. Miles de tifosi hicieron acto de presencia en la Plaza del Castillo y se dieron cita para dar la bienvenida a sus nuevos héroes: el monegasco Charles Leclerc, que aspira a consagrarse, y Lewis Hamilton, el heptacampeón que llega a Maranello para intentar devolver a la Scuderia sus años de gloria. Si bien los gestos entre ambos parecían sonrisas y compañerismo, la pista habilitada para la ocasión fue testigo de la primera batalla de un enfrentamiento interno que tiene la pinta que marcará toda la temporada. Leclerc y Hamilton no perdieron oportunidad para medirse uno contra otro, adelantándose uno y otro durante la exhibición, en un duelo que, aunque disimulado, fue una forma de expresar que la jerarquía dentro del equipo será asunto de disputa.
Ferrari calienta motores en Milán
La Scuderia creó un circuito urbano en pleno centro de la ciudad italiana, donde Leclerc y Hamilton hicieron rugir los motores de los monoplazas, en un ambiente era alegre, pero el asfalto lo cambió todo. En cada vuelta de la exhibición, Leclerc y Hamilton trataban de liderar la demostración, adelantándose uno a otro con maniobras que, aunque tenían un carácter de espontaneidad, mostraban la auténtica contienda. Hamilton, con su habitual aplomo, no quiso dejar el paso, mientras que Leclerc, conocedor del lugar y arropado por los tifosi, tampoco deseaba dar el brazo a torcer.
La celebración también ayudó para que Hamilton pudiese demostrar su vinculación con Ferrari y los aficionados. «Grazie a tutti, vi amo» fue la frase que le dedicó a la multitud en italiano. Pero la verdad es que, en el interior del equipo, la paz durará poco si entre él y Leclerc continúa la guerra.
Vasseur quiere lucha interna
Frederic Vasseur, jefe del equipo Ferrari, lejos de tirar balones fuera, apoyó esta lucha entre ambos pilotos. «Necesitamos esta competición interna entre ellos, de ahí viene el rendimiento», aseguraba en declaraciones a La Gazzetta dello Sport. Para el francés, la llegada de Hamilton al equipo aportará experiencia y mentalidad ganadora, pero también elevará el nivel de Leclerc que tendrá que demostrar que está preparado para ser el líder de Ferrari. «Desde el primer día estaba convencido de que Charles se beneficiaría mucho de la llegada de Lewis. Quizá le quite algo de presión y pueda concentrarse más en sí mismo», explicó Vasseur.
Sin embargo, Leclerc parece haberse convencido de que debe marcar su territorio desde el principio. Todo parece indicar que la de 2025 será una batalla interna muy dura, algo que ha pasado en toda la historia de Ferrari y que parece que se va a repetir.
Una rivalidad inevitable
Mientras Hamilton se adapta a su nueva vida en Ferrari y va también acercándose a los tifosi, Leclerc se centra en establecer su lugar en el equipo. Ambos son competitivos, ambiciosos y saben que uno de los dos acabará por encima del otro.
El inglés lo tiene claro: «Podemos conseguirlo. Estoy seguro«. En cuanto a Leclerc, este contesta con combinación de respeto y determinación: «Utilizaré mi mejor esfuerzo y más para llevar a Ferrari hasta el final«, expresaba el monegasco.
Con cuatro escuderías luchando por el primer puesto en el mundial de Fórmula 1, dentro de Ferrari ya se ha iniciado el primer gran duelo. La pretemporada ha dejado entrever una Ferrari competitiva, intensa también habrá la lucha por ver quién debe de ser el piloto número uno.
Una fiesta roja en Milán se convirtió también en la primera chispa de una rivalidad, posiblemente la que determinará el destino de Ferrari en 2025. La temporada ha comenzado y ya se nota la tensión en Maranello.