Aston Martin sigue en la búsqueda de soluciones para poder darle a Fernando Alonso y a Lance Stroll el mejor coche para encarar el Mundial de F1. Tras las dos primeras carreras, y pese a no ser el mejor inicio de temporada, especialmente para el piloto asturiano, hay cosas positivas que se pueden extraer de estas dos primeras carreras, como el ritmo de carrera del AMR25. Los datos indican que es bueno, similares a los de los coches que hay por encima de ellos. Se ha mejorado en aerodinámica, en curva rápida, en recta, y el coche es más estable que el año pasado. Sin embargo los monoplazas siempre han estado rodando en los puestos traseros de la parrilla, y esto tiene una explicación: la clasificación.
El AMR25 en clasificación
Desde Aston Martin saben que uno de los grandes problemas que hay que mejorar de cara a las siguientes carreras es cómo se comporta el AMR25 a una sola vuelta, en la clasificación. Por mucho que el monoplaza se comporte bien en carrera, si no parte de una buena posición, difícilmente pondrás acceder a los puestos altos de la parrilla. El nuevo monoplaza se centró principalmente en los problemas de carrera, y parecen haber mejorado, pero no es el caso en la clasificación.
Ni si quiera Fernando Alonso, acostumbrado a regalarlos vueltas increíbles en clasificación, es capaz de sacar partido al coche, ya que sufre diferentes comportamientos a una sola vuelta. Fue evidente en el GP de China. El asturiano hizo una primera vuelta estratosférica al inicio de la Q1 del sprint, colocando el AMR25 en segunda plaza por delante de todos. Tal fue la vuelta que no tuvo que hacer segundo intento pese a la gran mejora que había en la pista. Sin embargo, ya en la Q2, con mejores condiciones de pista, y tras una magnífica vuelta, no entendía por qué su tiempo era peor que el de la Q1, quedando fuera de la Q3.
Uno de los principales problemas es la temperatura de los neumáticos. Los pilotos se quejan de lo difícil que encontrar la temperatura óptima para encarar la vuelta de clasificación, y el comportamiento del coche. Los ligeros cambios en las condiciones de pista o de meteorología hacen que el coche se comporte de manera muy diferente y errática, algo que no debería ocurrir con cambios mínimos, pero está pasando.
Aston Martin trabaja en solucionarlo
Desde la fábrica de Silverstone, y bajo la supervisión de Adrian Newey, Aston Martin está trabajando en entender los motivos que provocan el comportamiento errático del AMR25 en clasificación y que no permite al equipo clasificar mejor, una circunstancia clave para la posterior carrera.
Es obvio que la prioridad está en que el coche sea fiable durante la celebración de la carrera, pero de nada sirve tener un buen monoplaza en pista si sale en las posiciones más retrasadas de la parrilla. Si Aston Martin quiere pelear, no solo por el top 10, si no sumar desde posiciones más elevadas, no queda otra que hacer un coche más competitivo a una sola vuelta.
Desde Aston Martin parecen haber detectado los problemas que lastran al coche en clasificación, y con la nueva configuración para las siguientes carreras, y las piezas que puedan llegar para el próximo 18 de mayo en Italia, esperan dar con la solución que les permita mejoras un par de décimas y poder poner a Aston Martin donde debería estar, en la zona media-alta de la parrilla, por inversión, por equipo y por piloto.
Si Aston Martin quiere convertirse en un equipo grande en los próximos años, no se puede permitir estar en la cola de la parrilla en este 2025 aunque sus objetivos estén centrado a partir del Mundial de 2026.