El Barça está viviendo una gran temporada con un 2025 casi perfecto. Tras un inicio muy goleador, en las últimas semanas los de Hansi Flick parecen haberse abonado al unocerismo. Todo vale mientras se sume de tres en tres y se pasen rondas que acerquen el ansiado triplete.
Desde que empezó el 2025 ha sumado ya seis victorias por este mínimo resultado. La última fue el pasado martes cuando el Barcelona fue capaz de doblegar al Mallorca gracias a un solitario gol de Dani Olmo. El mismo resultado que logró también dos jornadas antes en Butarque ante el Leganés (0-1), en esa ocasión gracias a un tanto en propia puerta de Jorge Sáenz.
También en Copa se alió al 0-1, con el tanto de Ferran Torres en la vuelta de las semifinales en el Metropolitano ante el Atlético de Madrid, resultado que le sirvió para clasificarse en la final del sábado 26 de abril ante el Real Madrid.
En cualquier caso, las cifras del Barça de Flick están muy lejos todavía de las que se apropió Xavi Hernández en su segunda temporada, con un total de once victorias por la mínima, que a la postre le sirvieron para llevarse el título de LaLiga.
‘Unocerismo’ sí, pero las estadísticas no mienten
El Barça acumula 89 goles en 33 jornadas de LaLiga, más que nadie en las 5 grandes ligas. A pesar de 25 tiros al palo, el ataque de los de Flick es imparable. Ante el Mallorca (1-0), los culés completaron 40 disparos (12 a puerta) y solo la gran actuación del portero Leo Román (12 paradas) y los postes evitaron una goleada azulgrana.
A pesar de sus últimos triunfos por la mínima, el equipo ha marcado 89 goles en la competición doméstica, 24 más que el Real Madrid (65) y mantiene un promedio de 2.69 tantos por encuentro. En la 23-24, el Barça cerró la temporada con 10 goles menos de los anotados hasta ahora (79) y, en la 22-23, el conjunto azulgrana se quedó con el título marcando apenas 70 dianas.
Sea como fuere, el Barça lleva suma 14 partidos consecutivos sin perder en LaLiga que lo colocan líder en solitario con 4 puntos de renta sobre el Real Madrid, segundo. Una renta que puede valer un título aunque los blancos no se rendirán en la lucha hasta el final.