Los Grandes Premios de Mónaco y Barcelona son un reto mayúsculo para Aston Martin y Fernando Alonso. Las buenas sensaciones que dejaron en Imola dan un optimismo bastante importante de cara a este tramo de la temporada. Tras un inicio devastador, la escudería británica se ha puesto manos a la obra para no tener un 2025, al menos, tan negativo.
Alonso y Aston Martin regresan a un Mónaco con un coche que permite luchar
Con Adrian Newey como abanderado y estrenándose en Mónaco como trabajador de Aston Martin, la idea no es otra que seguir con el paso firme y corroborar las buenas sensaciones del último fin de semana. Entonces, se dio un paso adelante que, sin catapultarles ni mucho menos a la zona noble de la parrilla, sí que les permite luchar en la zona media.
Todo con el fin de acabar la normativa actual de esta generación de coches lo más adelante posible. Eso también sería un gran impulso para comenzar el próximo 2026, año clave, con todavía más esperanzas de que sí se puede mejorar.
Mónaco, por su parte, siempre será un Gran Premio especial. Por los buenos y los no tan buenos momentos, que también los hubo. Aquí fue donde el asturiano tuvo la penúltima oportunidad (y más clara posible) de dejar de soñar para materializar la ansiada victoria número 33. Pero los intermedios…
«Por una vez, el rendimiento del coche fue ligeramente mejor que el resultado final»
Fue esa carrera en mojado por las calles del Principado que terminó con victoria para Max Verstappen, y con Fernando Alonso en segunda posición. No hace mucho, cuando Aston Martin tenía un monoplaza en condiciones, el español era capaz de rozar la victoria.
En 2023, hasta en ocho ocasiones subió al podio. Una de ellas, en Mónaco. Una carrera donde posee hasta dos récords que nadie ha igualado y hasta un tercero: es el único piloto en la historia que ha ganado con dos equipos diferentes dos años seguidos (2006 y 2007, con Renault y McLaren); es el piloto que más podios tiene con más de dos equipos diferentes (Renault, McLaren, Ferrari y Aston Martin); y es el piloto ‘más viejo’ en conseguir un podio (con 41 años, en 2023). Fue en unas condiciones climatológicas complicadas, en las que Alonso tiró de veteranía y solo una mala decisión en el cambio de neumáticos le privó de la victoria.
«Por una vez, el rendimiento del coche fue ligeramente mejor que el resultado final. Sí. Es uno de esos aspectos en los que uno puede estar decepcionado por perder un punto por menos de un segundo y que un virtual Safety Car nos haya dejado con dos coches fuera de la zona de puntos. Lo positivo es que hemos implementado una actualización que ha hecho el coche más rápido y, hasta el momento en que sale un el VSC aleatorio, todo iba bien», contaba el jefe del equipo, Cowell, tras la carrera de Imola.
Hay que destacar que el asfalto de Mónaco, muy liso como corresponde a un urbano, no ofrecerá esa caída final de rendimiento tan acusada en el sector 3 como sucedió hace una semana, pero podría ofrecer mejor rendimiento global en toda la vuelta. Eso se verá el sábado.
Aston Martin permitirá a Alonso llegar a Q3
Mencionando a las palabras de Cowell, en el equipo de Silverstone creen que llegar hasta la Q3 es posible, independientemente de los neumáticos. Y, dependiendo del circuito, ser un asiduo en Q3. «Espero que sí. Venimos a cada carrera con un plan para llegar a la Q3. Los chicos están en la fábrica trabajando duro para encontrar la mejor estrategia con nuestro coche, con su evolución y las características de Mónaco, que son bastante únicas», explicaba el técnico británico.
Por primera vez, posiblemente desde que pusieran el AMR23 en pista, un paquete de mejoras ha sido indudablemente un avance, coincidiendo en tiempo, no solo con la presencia de Adrian Newey, del que se cree que ha tenido, al menos, algo de presencia en las mejoras de Imola, sino con el nuevo túnel de viento, siendo la directriz del equipo no hablar de mejoría, sino de una nueva dimensión de datos que estas instalaciones están ofreciendo.
Por lo pronto, Mónaco, que no deja de ser siempre impredecible y hasta que no se salga a pista no se sabe muy bien si se llegará a estará en la parte de los diez primeros o de los diez últimos, sí que se han cambiado las caras, y ya hay ganas también de llegar a Barcelona, Canadá o Austria, circuitos más convencionales donde, en alguno de ellos, se podrá asentar realmente dónde se encuentra este coche, y contra quién podrá luchar de tú a tú. Lo mejor de todo es que esa evolución estratégica de Imola, de la que también se piensa calcar en Mónaco y Barcelona, ha hecho que los ánimos florezcan; que se pase de ser un monoplaza sin apenas rendimiento a que sea un coche por el que vale la pena acomodar, al menos, hasta verano.