Carlos Sainz llegó a meta en Canadá rescatando (en principio) un punto. Concluyó 10º después de remontar una carrera que la empezó cuesta arriba después de salir 17º por el impedimento de Hadjar el sábado.
Sainz resiste más de 50 vueltas con las duras y pesca un punto
El madrileño tenía difícil motivarse pero supo resistir más de 50 vueltas con el juego de ruedas duras de inicio y escalar al décimo tras el accidente de Lando Norris a tres vueltas del final de carrera. Lo hizo completando esa estrategia a una única parada cuando la inmensa mayoría de la parrilla fue a dos, que era la más correcta. Aunque no le salió mal al Williams.
De todos modos, el equipo ha tenido varios y bastantes problemas en sus coches. Albon terminó abandonando por un fallo en su motor Mercedes, mientras a Carlos le decían que no empujara desde mitad de carrera para no terminar con la misma suerte que su compañero.
«Frustrado. No pudimos demostrar nuestro ritmo hoy»
«Sí, un punto pero estoy un poco frustrado. Si ayer, saliendo 16º, me hubieran dicho que conseguiríamos un punto, debería estar bastante orgulloso y contento, pero la realidad es que no. No pudimos apretar en toda la carrera», relataba.
«No pude competir de verdad; tuve problemas con el coche, con la refrigeración (como en España dos semanas antes), y tenía que aminorar constantemente. Estuvimos a dos o tres décimas de lo posible durante toda la carrera, así que no pudimos demostrar nuestro ritmo hoy. Aun así, el ritmo debió ser bastante fuerte porque aun así logramos entrar entre los diez primeros», añadía el piloto madrileño.
«No es la primera carrera que nos pasa. No logramos tenerlo todo bajo control el viernes, y tenemos que aprender más porque ya van varias carreras seguidas en las que no podemos competir el domingo, lo que complica un poco nuestro domingo».
Una primera mitad de año frustrante: «Son fines de semana caóticos, con muchas pequeñas cosas que no nos salen»
«Así que sí, todavía tenemos que solucionar este tipo de cosas como equipo, porque tenemos potencial en el coche. Ayer probablemente tuvimos mala suerte con Isaac, pero hoy fue más allá; aunque logramos recuperarnos e hicimos un buen trabajo con el ritmo natural del coche y el mío, aún tuvimos que gestionar otros problemas», relataba sobre esas cosas que hay que solucionar este año.
Sobre el fin de semana, Sainz prefiere pasar página: “Tuve un ‘impeding’ de tres o cuatro décimas y me quedé a 20 milésimas de pasar a la Q2, en Barcelona fueron 10 milésimas. Los detalles van a tu favor o en contra. Estoy sufriendo un poco en estas últimas carreras, aunque antes hubo buenas clasificaciones y mucho ritmo de carrera, aunque no tan buenas ejecuciones. Intento poner todo junto, tengo muchas reuniones en la fábrica para resolver todo para poder rendir al potencial que debemos”.
Sainz reconoció que, más allá de lo ocurrido en Canadá, el momento que vive está siendo especialmente frustrante: «En la carrera de un piloto hay períodos en los que nada encaja. No sé si es mala suerte o que simplemente las cosas no se dan, pero intento mantenerme positivo porque el ritmo y mi adaptación al coche son buenos. Me siento como en casa y creo que estoy empujando al equipo hacia adelante, pero los resultados no llegan a pesar de tener el ritmo».
Sobre el conjunto de la temporada, Sainz hizo autocrítica: «Son fines de semana caóticos, con muchas pequeñas cosas que no nos salen. En clasificación estuve a 20 milésimas de la Q2 por un estorbo, en Barcelona fueron 10 milésimas… La Fórmula 1 es una cuestión de detalles, y ahora mismo esos detalles están yendo en nuestra contra. Hay que poner todas las piezas en su sitio: reuniones en la fábrica, análisis… La clave es juntar todo para poder rendir con el potencial real del coche».