Y Vinicius volvió a ser Vinicius ante el Salzburgo. El futbolista brasileño brilló en la victoria ante los austriacos, y la clave no fue que le saliera casi todo, la clave fue que colaboró como nunca con el resto de su equipo, provocando superioridad y dándole velocidad al juego, creando el hábitat donde él se siente más cómodo, y dando una exhibición de juego individual, pero también de juego en equipo.
Xabi Alonso obliga a Vinicius
Xabi Alonso lo dijo el día antes en rueda de prensa, e incidió en Vinicius. Aquí tienen que trabajar todos, cada uno de los miembros de la plantilla tienen que involucrarse en tareas defensivas, y así comenzó el brasileño el partido, liderando la presión del Real Madrid, siendo la primera espada de un colectivo más solidario que nunca, presionando como un bloque, en área contraria, sin dar opciones al Salzburgo de sacar el balón. Vinicius estuvo muy bien acompañado en la presión con un Gonzalo que ha venido para comerse el mundo, y que no ha llamado a la puerta, la está tirando abajo.
Este trabajo en la presión, esos robos rápido de balón, dieron alas a un Vinicius que aprovechó el trabajo defensivo para poder brillar, después de mucho tiempo, en ataque. El Real Madrid se hacía dueño del centro del campo, donde más balones se robaban, y a partir de ahí, la combinación de los jugadores permitía que el brasileño encontrara los espacios para generar peligro.
Tuvo una muy clara antes del primer gol, tras una combinación de pases en el centro del campo que acabó con un pase filtrado para brasileño que se plantó delante del portero. Estuvo ansioso y falló, pero eso no volvería a pasar cinco minutos después. Tras otro robo de los blancos, ya en una fase del partido algo más defensiva, Bellingham agarró el balón en tres cuartas partes de su campo, levantó la cabeza y filtró un balón por el carril del diez para dejar a Vinicius y un dos para dos con Gonzalo. La presencia del canterano le allanó el camino, amagó con dársela en carrera, recortó hacia el perfil izquierdo, y cruzó con zurda desde la frontal del área para hacer fácil lo difícil y abrir una lata que dejaba el pase a octavos encarrilado.
Calidad y solidaridad en el segundo gol
La guinda la puso en el segundo gol. De nuevo jugada defensiva de los blancos, esta vez en las inmediaciones del área rival: la presión dejó un balón suelto para que Vinicius robara el balón y directamente se plantara delante del portero. Intento regatear, pero viendo que el guardameta le leyó las intenciones, dejó el balón muerto con una pisada para que Valverde marcara el segundo a placer.
Vinicius y su otra cara
Volvimos a ver la cara de Vinicius que no se ha visto en todo el año, solidario y comprometido con el equipo. No es casualidad que ese trabajo colectivo repercuta en el ataque, es lo que más se le pedía al brasileño, que se involucrara con el trabajo de sus compañeros. El día que lo ha hecho, ha vuelto a brillar.
Mérito hay que darle a Xabi Alonso, que ha dejado claro en público que Vinicius tiene que trabajar, y seguro que le ha insistido en privado. Su actitud, junto a la del resto de sus jugadores tuvo sus frutos. La imagen de ayer fue otra, fue muy distinta a la que se ha visto durante todo el año, y el equipo apenas ha cambiado, pero si ha cambiado la idea.