Vinicius está en el foco de la noticia en las últimas semanas tras una temporada lejos de lo que es el nivel del brasileño, con actitud cuestionable y con constantes polémicas. El jugador estuvo a punto de ganar el Balón de Oro y quedar segundo no parece haberle sentado bien y ha perdido el foco hasta tal punto que se está cuestionando su titularidad en el Real Madrid. Todo ello en medio de las diferencias económicas con su renovación que han levantado la liebre sobre una posible salida del club que no se va a producir este verano. ¿Cómo se ha llegado a esta situación?.
El año de Vinicius
Vinicius acababa la temporada pasada habiendo ganado LaLiga y la Champions League donde fue clave en la final para que el club alzase la décimo quinta con su tanto ante el Borussia Dortmund. Un final dulce que se torció con la gala del Balón de Oro a la que finalmente no acudió ni club ni jugador al enterarse de que quedaría segundo por detrás de Rodri. Se daba por sentado que sería para el brasileño después de su gran temporada y fue un duro golpe que parece no haber asimilado bien el jugador.
Y es que después de eso, el jugador no ha vuelto a ser él mismo salvo momentos contados durante la temporada. La llegada de Mbappé, la pérdida de confianza por el golpe del Balón de Oro y su actitud provocativa que recibe como respuesta cánticos de ‘balón de playa’ e insultos, han jugado a la contra del brasileño cuyos números no son muy distintos de los del curso pasado, pero sí ha tenido más volumen de partidos como para haberlos mejorado. Concretamente esta temporada ha jugado 4.631 minutos repartidos en 58 partidos en los que ha hecho 22 goles y 19 asistencias, buena parte de ellas a Mbappé. El curso pasado jugó 3.084 minutos en 39 partidos en los que vio puerta en 24 ocasiones y dio 13 asistencias.
Más allá de los números, en muchas ocasiones se ha visto sobre el terreno de juego a un Vinicius falto de motivación, pasivo y sin compromiso defensivo como le han achacado varios de sus compañero con riñas sonadas con Bellingham o Modric sobre el verde. Además su actitud caprichosa le ha costado más de una tarjeta con los árbitros. El brasileño ha estado en boca de todos durante el curso, pero no precisamente por sus genialidades sobre el terreno de juego.
Un Mundial sin brillo
Su mala temporada bajo las órdenes de Carlo Ancelotti se trasladó al Mundial ya bajo las órdenes de Xabi Alonso. El brasileño fue titular en los seis partidos del torneo, aunque se especuló que ante el PSG iba a ser suplente, en buena medida debido a la ausencia de Mbappé y al ostracismo de Rodrygo. Solo ante el Salzburgo Vinicius mostró destellos del jugador que es, porque en el resto de encuentros pasó desapercibido y mostró de nuevo cierta pasividad y nulo compromiso a nivel defensivo algo a lo que el nuevo míster da mucha importancia.
Hubo dos vídeos del jugador que se hicieron virales durante el torneo y que enfadaron al madridismo. Uno de ellos fue en una jugada de ataque donde Bellingham tiene el balón en la frontal del área y el brasileño tiene toda la banda libre para entrar por ahí y buscar el pase. Sin embargo se le ve andando y mirando la jugada de lejos sin intención de hacer nada por participar, ayudar al equipo y crear peligro. El otro video se produjo en el duelo ante el PSG cuando el equipo ya perdía 3-0 y se le vio riéndose en el banquillo.
Xabi Alonso no lo tiene claro
Con estas actitudes y su rendimiento cuestionable sobre el terreno de juego, Xabi Alonso no tiene claro qué hacer con Vinicius. Como decimos, varios periodistas apuntan a que no ser por la lesión de Trent ante el PSG que obligó a poner a Fede Valverde como lateral y recolocar al brasileño en banda derecha, la idea del entrenador era dejar a Vini Jr en el banquillo. Desde el club se le ha dado carta blanca al entrenador para gestionar las titularidades y los egos como crea conveniente y eso pone en el punto de mira al brasileño.
Xabi Alonso dejó claro desde el día de su presentación que el puesto en el once se ganaba con trabajo y no con nombres. Sin duda Vinicius es uno de los mayores talentos de la plantilla, pero el entrenador quiere jugar como bloque y que todo el mundo ataque y defienda y le ha quedado claro que, al menos por el momento, el brasileño no está muy por la labor. Además, debe gestionar el míster que su binomio con Mbappé no acaba de funcionar y dos gallos en el gallinero…
Una renovación en el aire
Paralelamente a todo el tema futbolístico está la renovación del 7 del Real Madrid. El jugador tiene contrato en vigor hasta 2027 y se lleva meses especulando con un acuerdo de renovación que no se ha dado por diferencias económicas. En un principio se habló de un acuerdo donde el club contemplaba una ficha cercana a los 20 millones (incluidas variables). Ahora mismo el jugador está ganando en torno a 15, pero exige estar a la altura de Mbappé que ronda los 30 millones de euros. Esta exigencia, sumada a una prima por renovación, no han gustado al Real Madrid que se niega a pasar por el aro y más en un momento en el que su importancia y rendimiento en la plantilla no lo ponen en disposición de negociar y tirar de la cuerda.