Mbappé y Arda Güler son medio Real Madrid. O eso es lo que parece en este nuevo año, con Xabi Alonso a los mandos. El francés y el turco son dos de los futbolistas más importantes del nuevo proyecto del cuadro blanco, y es por ello que Xabi sabe de la importancia del centrocampista otomano, que hizo un partidazo en Tirol, y del delantero de Bondy, que debe ser la piedra angular del nuevo Real Madrid y el líder indiscutible del equipo.
En el primer y último amistoso de pretemporada -más allá del partido a puerta cerrada contra el Leganés en el club lo denominó «partido de entrenamiento»-, el equipo merengue llega al duelo liguero contra Osasuna en las mejores condiciones posibles, y con las sensaciones positivas que siempre vienen bien antes de afrontar el inicio de temporada. Todo hace pensar que el Real Madrid va a competir y a jugar mucho mejor que lo que hizo la temporada, así que eso ya es un paso.
El otro paso es tener a Arda Güler y a Kylian Mbappé en el mismo equipo. Por ellos dos pasan las opciones de que el equipo madridista conquiste títulos a final de curso y que al Real Madrid le vaya bien. Pero no solo basta con tenerlos en el campo, sino con hacer que se busquen, que se encuentren y que conecten para dar ese salto de calidad al equipo en ataque. La conexión entre Arda Güler y Mbappé recuerda a muchos madridistas nostálgicos, a la de Mesut Özil con Cristiano Ronaldo. Hay dos denominadores en común en la ecuación: un mago y un depredador de área.
La dupla Özil – Cristiano que fabricó Mourinho para dominar Europa
Jose Mourinho fue capaz de construir a un Real Madrid ultra competitivo con un gene ganador y ambicioso como nunca antes se había visto, con el objetivo de frenar al mejor Barça de la historia y devolver los títulos a Concha Espina. Y así fue. En parte llegó, por dos genios que cohesionaron y conectaron desde el primer momento como fueron el alemán y el portugués. Siempre se buscaban, y siempre se encontraban. Mesut, con su rabillo del ojo y esa visión de juego periférica, era el mejor aliado de Cristiano, que siempre aparecía en el momento perfecto, haciendo movimientos imposibles de descifrar para los defensas. Solo en la temporada 2011-12, Özil y Cristiano fabricaron juntos 90 goles (30 asistencias de Mesut y 60 tantos del luso). Unas cifras imposibles de igualar para cualquier dupla del mundo.
Ahora es el turno del turco y del galo. Ambos, deben ser más de medio Madrid. Uno, por su capacidad para asistir y por esa visión de juego prodigiosa que tiene en su zurda, como tenía antaño el bueno de Mesut. Y el otro, porque es el líder del equipo y el ‘killer’ del área. Un depredador de goles que recuerda a Cristiano. Contra el Tirol, Arda dio una asistencia y a punto estuvo de convertir dos golazos que se estrellaron en el travesaño. Mbappé anotó dos dianas, tuvo en sus botas el hat-trick y dio una asistencia (a Rodrygo) en el cuarto gol del conjunto blanco. Xabi tiene en casa a dos de los mejores jugadores del mundo en sus puestos, y lo quiere exprimir al máximo.