La victoria del Real Madrid en Oviedo sirvió para certificar que el conjunto blanco vuelve a exhibir su pegada en los momentos de más apuro, que Mbappé es el líder del proyecto de Xabi Alonso, y que Vinicius continúa siendo diferencial. Tras su ‘no’ Balón de Oro el pasado mes de octubre, el brasileño se volvió más apático, como si algo muriera dentro de él. Sin alma, sin chispa y sin esa fuerza para levantar la grada que siempre le ha caracterizado. Tal fue su mala situación, que Xabi decidió sentarle en Oviedo por Rodrygo, mandando un mensaje claro: aquí nadie es intocable. Y la realidad es que, por muy bueno que seas, nadie lo es.
Salió desde el banquillo, tuvo sus más y sus menos con la afición oviedista, y en el campo volvimos a ver al Vinicius de hace un año. Eléctrico, motivado y con ganas de silenciar las críticas feroces que ha ido recibiendo desde los últimos meses. Asistencia a Mbappé en el 0-2 y gol para redondear la noche y el triunfo. Sin embargo, nuevamente los insultos racistas volvieron a hacerse eco, esta vez en el Carlos Tartiere -estadio en el que no había jugado nunca- y ahora, LaLiga estudia el caso. Según pudo saber Grada 3, de acuerdo con el club blanco, LaLiga estudia los insultos que el brasileño recibió por parte de una minoría de la afición carbayona.
Su conexión en el partido llegó tras ver la amarilla de De Burgos Bengoetxea por simular un penalti, lo que encendió al Carlos Tartiere, que rápidamente se cebó con Vinicius. Los cánticos no cesaron, y el brasileño entró como un cuchillo caliente al partido. Mostró un gran nivel, personalidad para pedir el balón cuando todos le pitaban y calidad a la hora de ser diferencial.
»¡Uh! ¡Uh! ¡Uh!».
Los cánticos en Oviedo. #ElDíaDespués pic.twitter.com/gc4pzKWwrM— El Día Después en Movistar Plus+ (@ElDiaDespues) August 25, 2025
En el 0-2, después de haber dado la asistencia a Mbappé, su celebración con el francés enfureció aún más a la grada del Tartiere. Vini se fue a celebrarlo cerca de la afición oviedista, y le cayó muy cerca una botella de agua lanzada desde la grada. El colegiado vasco le dijo que se fuese de ahí, Vinicius le recriminó que no le hiciera caso, y Kylian le tapó la boca para que no fuese amonestado con expulsión, ya que estaba en riesgo, por ver la cartulina amarilla anteriormente.
La mejor versión de Vinicius tras su ‘no’ Balón de Oro
Vinicius necesitó de esa gasolina, muchas veces contraproducente, para volver a brilla, y ver nuevamente al futbolista que el madridismo añoraba. Su gesto mandando al Oviedo «a segunda» no le dejó en buen lugar, pero harto de los insultos y pitidos que recibió desde que saltó al calentamiento, el 7 no aguantó más y entró nuevamente en esa pelea personal con la grada. Su impacto en el partido fue muy positivo para el Real Madrid, y por ello, Xabi elogió su rendimiento, además de explicar su suplencia.
«Cada uno es diferente, hay que exigir lo mismo y el mismo respeto pero la relación que tienes es un poco diferente. En el fútbol hay que entender las cosa, se toman las decisiones pensando en el equipo y hoy ha sido así», explicó el tolosarra. Tras el encuentro, Vinicius subió a su perfil de Instagram una foto de su celebración con la mano en la oreja, y con un pie de foto que decía «yo soy así», mostrando personalidad y esa ‘rebeldía’ que para bien o para mal, nos mostró la mejor versión del de Sao Gonçalo.