Aston Martin parece haber encontrado el rumbo que tantos años lleva buscando. La escudería británica ha sufrido un sinfín de decepciones, especialmente desde que en el año 2023 se iniciara la temporada con podios, cuando se generó una ilusión que se ha ido diluyendo hasta el GP de Imola de este año. Hasta ese momento, la escudería se ha ido desinflando hasta que se convirtió en el peor equipo de la parrilla, pero desde entonces, el equipo parece haber dado con la llave que debería llevarle al éxito en 2026.
Dos años de decepciones
El año 2023 comenzaba con un Aston Martin esperanzador, luchando en los puestos de cabeza. Ese año Fernando Alonso se subió 8 veces al cajón, nunca a lo más alto, pero todo hacía presagiar que la victoria podría llegar. No solo no llegó, si no que poco a poco el equipo se fue desinflando y poco a poco se fue hundiendo en la parrilla, hasta tal punto que este año, antes de llegar al GP de Imola, la escudería peleaba por no ser el peor equipo de toda la F1.
Pero algo estaba cambiando en el equipo: un lavado de cara que comenzó con una fábrica nueva y continuó con la contratación de los más destacados ingenieros de la F1, incluido Adrian Newey, y dotando el nuevo reciento de la última tecnología para remontar el vuelo y luchar por un objetivo muy ambicioso, llegar a la cima de la F1 a partir del 2026.
Cambio de tendencia en Aston Martin
El AMR25 apenas tuvo desarrollo para el inicio de temporada, pero en la fábrica se pusieron manos a la obra a comienzos de año para mejorar el monoplaza, y los primeros cambios llegaron en el GP de Imola, donde Aston Martin logró acabar la carrera con sus dos pilotos en los puntos. Y desde entonces, mejores resultados, más actualizaciones, y una línea ascendente que hace ilusionar a cada trabajador de Silverstone.
Andy Cowell, jefe de Aston Martin y otro de los encargados del cambio del equipo, valora cómo han influido las nuevas tecnologías en el equipo y el especial impacto del nuevo túnel de viento.
“Cuando pilotas el coche en pista, a tamaño real, salta, se mueve sobre distintas rugosidades del asfalto. En cambio, un túnel de viento tiene una cinta con una superficie fija y se mueve de forma muy controlada. No hay pianos en un túnel de viento, y la velocidad a la que se puede mover el modelo está regulada por la FIA”. “Además, el flujo de aire es completamente recto, sin viento de cola ni lateral, y todo se realiza sobre un modelo que es un 60 % del tamaño real”.
“Si durante mucho tiempo has usado el mismo túnel, la misma forma de evaluar en pista y las mismas herramientas CFD, te acostumbras a cómo interactúan esas tres áreas. Si de repente mejoras la claridad de la herramienta intermedia eso afecta tanto a la pista como a la CFD”.
Camino a 2026
Aston Martin ha cambiado y parece que está encontrando el camino al éxito. La evolución se nota en este 2025, donde el equipo sigue buscando optimizar los resultados, no con el objetivo puesto en este 2025, sino en el 2026. Los buenos resultados de este año son solo el paso para confirmar que el equipo puede aspirar a cosas grandes el próximo año. Aún queda tiempo para mejorar este año, con pocos recursos, porque todo está centrado en el 2026, pero cada aspecto positivo de esta temporada, sumará para el próximo año.