Fernando Alonso y Aston Martin encaran una nueva semana de F1 con el GP de Azerbaiyán y con la esperanza de que el equipo pueda dar un paso al frente en un circuito que no le es favorable. Demostrado está que pueden pelear por la mitad de la parrilla hacia arriba, como también está demostrado que pueden protagonizar otro mal fin de semana y acabar fuera de los puntos. Dependerá de lo bien que hayan hecho las cosas estas dos semanas en la fábrica y de cómo se trabaje durante los garajes de viernes a domingo.
Aston Martin y GP de Azerbaiyán
El circuito de Baku es uno de esos nuevos circuitos urbanos que ya lleva unos cuantos años en el calendario de la F1, un trazado con una de las curvas más estrechas del campeonato, entre castillos, con muchas curvas lentas, algunas más rápidas y dos largas rectas que hacen temblar a un AMR25 que sufre cuando hay que poner el monoplaza a máxima velocidad. Resumiendo, un circuito más favorable que Monza, pero tampoco mucho, donde las rectas infinitas serán una invitación para adelantar a coches como el de Fernando Alonso. Mucho trabajo en la fábrica y en el garaje.
Y Aston Martin, que sí, que ha mejorado mucho desde que comenzó la temporada, cuando peleaba por no ser el peor equipo de la parrilla, pero sigue siendo una caja de sorpresas. Parece que la configuración de su vehículo cada fin de semana responde más a un golpe de suerte que a un entendimiento de su funcionamiento. Así se desliza en cada una de las comparecencias de algún miembro del equipo: las máquinas de la fábrica van funcionando (túnel de viento, simulador…) cuando las cosas salen bien, pero faltan datos e información cuando salen mal. Sigue “aprendiendo”, o es una “sorpresa”, como pasó en Hungría, pero parece que van muy poco a poco, y el tiempo se va a acabando, porque el 2026 ya empieza a estar a la vuelta de la esquina, y el equipo tiene que comenzar a sacar músculo. Porque los resultados son mejores, pero lo son solo porque el coche es mejor que al inicio.
Las opciones para Baku de Aston Martin
Dicho esto, si Aston Martin es capaz de dar con la tecla, podrá pelear por entrar en la Q3 el sábado, pero lo dicho, tendrán que acertar en cada movimiento y en cada reglaje del fin de semana. Lograr compensar el monoplaza para optimizar el rendimiento en un trazado tan variado, tan estrecho, y sin margen para el error, va a suponer un elevado reto para el equipo, que quiere demostrar que está capacitado para luchar por ser el quinto coche del campeonato. Su rival, Williams, que tampoco atraviesa su mejor momento, sobre todo Carlos Sainz, parten con ligera ventaja sobre el papel. De lograr en la Q3, tendrían muchas opciones de acabar en los puntos.
Las opciones de Fernando Alonso
Si nos centramos en el piloto asturiano, una vez más, eleva las opciones reales del equipo. El trazado es uno de sus favoritos, es complicado, con zonas donde hay que hilar muy fino para no quedarte fuera de carrera. Sería lógico que utilizara la misma estrategia de Austria o lo que le estaba funcionando en Monza hasta su abandono, la de ir a rebufo de un coche más rápido para ganar un par de décimas a cada giro (51 vueltas en total al segundo circuito más largo de la temporada con 6.003 metros) y no quedarse rezagado en las rectas. Si todo funciona bien, el coche responde y no hay ningún incidente, su posición debería estar entre el séptimo y noveno puesto, dando por hecho los equipos que tienen ventaja no meterán a sus dos pilotos por delante del asturiano, como lleva pasando toda la temporada..
No será un fin de semana sencillo para Aston Martin y en principio, el objetivo principal del equipo será acabar en los puntos. El rendimiento del AMR25 es una moneda al aire, así que todo puede pasar este fin de semana en Azerbaiyán y con Fernando Alonso al volante..