El Real Madrid entrenó por última vez en Valdebebas antes de medirse al Olympique de Marsella, en lo que será el estreno de los blancos en la UEFA Champions League. Este martes, el Estadio Santiago Bernabéu será escenario del primer encuentro en Europa de la era Xabi Alonso. Hasta el momento, el conjunto merengue ha ganado todos sus encuentros en Liga, haciendo pleno de 12 puntos (4 de 4) y asentándose en el liderato de la clasificación. Eso sí, el enfado y el hartazgo en el madridismo y en el club ya se ha hecho notar en estas primeras jornadas, ante los escandalosos arbitrajes que ha sufrido el Real Madrid, especialmente el último, de Gil Manzano en Anoeta.
En Champions es diferente, y tal y como dijo Ancelotti la temporada pasada, hay «más tranquilidad» con los arbitrajes europeos. Para el duelo ante el Olympique de Marsella, Xabi Alonso tuvo disponibles a todos sus pupilos en los campos 1 y 2 de la ciudad deportiva madridista, antes de enfrentarse al Olympique de Marsella, salvo a dos futbolistas: Ferland Mendy y Antonio Rüdiger. El alemán cayó lesionado del recto anterior de su pierna izquierda antes de viajar a San Sebastián -y estará cerca de tres meses de baja-, y al francés, aún le queda, tal y como expresó el entrenador donostiarra el pasado viernes.
El inicio de entrenamiento abierto para la prensa se retrasó, debido a que varios emisarios de LaLiga se presentaron en las instalaciones de Valdebebas, para realizar un control anti-doping a los futbolistas del Real Madrid, tal y como anunció José Luis Sánchez, de La Sexta. Nadie en la ciudad deportiva merengue se esperaba la presencia de LaLiga, y mucho menos de un control, en la previa de un partido de Champions. El entrenamiento constó de carrera en grupo por los campos de la Ciudad Real Madrid, y posteriormente, de ejercicios de combinación, presión y una serie de rondos que se llevaron a cabo en tres grupos. Mendy entrenó en un campo anexo, de manera individual. Bellingham, Camavinga y Endrick, por su parte, entrenaron junto al resto de sus compañeros, y entran ya en la última fase de recuperación.
Un desafío entre ceja y ceja: levantar la 16 en Budapest
Xabi Alonso afronta ahora un calendario muy exigente por delante, con el regreso de la máxima competición continental, con partidos cada tres días y con lesiones y sancionados en la plantilla, como es el caso de los centrales (Rüdiger y Huijsen). Tras superar la primera gran prueba de fuego con mucho mérito, el Real Madrid empieza ahora su andadura en la Liga de Campeones, con el objetivo de empezar con buen pie en el corto plazo, y de levantar la ‘Decimosexta’, en Budapest, en el mes de mayo, al largo plazo. Lejos aún queda ese objetivo, por lo que el equipo merengue debe ir paso a paso.
«Todavía queda muchísimo y no hay que dar nada por sentado pero estamos contentos. Hay margen de mejora, seguir construyendo cosas que nos dan rendimiento estable durante la temporada. Está claro que los resultados acompañan. La valoración, jugando tanto tiempo con uno menos, es que hemos tenido fases buenas, fases en las que hemos sabido sufrir un poco más y que hemos sabido corregir. La gente ha sido generosa y ha sabido sufrir en beneficio del equipo», añadió Xabi el pasado sábado, en la sala de prensa del Reale Arena.
