Este pasado miércoles se vivió en Anfield un nuevo capítulo bochornoso que, por suerte, no se da muy a menudo, pero que se da, y es como un profesional se encara con aficionados en la grada. Si no hubiera habido seguridad de por medio, Simeone habría llegado a las manos contra un aficionado del Liverpool que, a buen seguro, merece que no le dejen acceder a un estadio de fútbol por años, lo que no justifica, bajo ningún concepto, la reacción del entrenador del Atlético de Madrid. Al igual que se le critica a Vinicius que se encare con un público aun recibiendo toda clase de insultos, muchos de ellos racistas, y constantes menosprecios, al entrenador rojiblanco, que además ha querido dar en mas de una ocasión lecciones de comportamiento, también hay que reprocharle su comportamiento.
Los comportamientos de la grada
Por suerte, los comportamientos en las gradas se han ido suavizando a medida que se han ido imponiendo normativas y sanciones, pero a día de hoy sigue siendo un problema en los estadios y hay mucho camino por recorrer. Hasta hace bien poco, ir al estadio a insultar a los rivales, a los árbitros y a todo lo que vaya en contra de tu equipo, estaba bien visto, ahora ya no tanto. Sin embargo, en todos los estadios, cada fin de semana, hay aficionados que siguen mostrando un menosprecio irracional hacia algunos de los adversarios.
En la noche de ayer, en Liverpool, un aficionado a pie de campo se pasó el partido metiéndose con Simeone, con cortes de manga constante y a bien seguro, con insultos verbales, porque las imágenes no engañan y se le ve contantemente con un comportamiento que no debería permitirse en un campo de fútbol, y lo más grave, nadie alrededor haciendo nada. Y cuando el Liverpool marcó el gol de la victoria, en el tiempo de descuento, Simeone explotó: el momento del partido, la tensión, la frustración y el cansancio de tener al alguien así detrás, explican la reacción de Simeone, pero no la justifican.
Apoyo a Simeone
Sin embargo, algo que ha llamado poderosamente la atención es la defensa que se ha hecho con el entrenador rojiblanco y más, si comparamos la vara de medir con el propio Vinicius: el brasileño ha protagonizado numerosos episodios con la afición contraria tras recibir numerosos menosprecios e insultos -incluso racistas- y cada gesto hacia la grada ha sido considerado como provocación para justificar en linchamiento a un jugador que ha vivido de todo en muchos de los estadios de fútbol en este país o que ha visto como se colgaba un muñeco en un puente con su camiseta. Recordemos que ya hay sentencias contra aficionados por insultos racistas al brasileño, y no por ello se justifican muchas de las reacciones que ha tenido sobre el césped.
Y sorprende más las explicaciones de Simeone en rueda de prensa, sobre todo después de haberle escuchado a él mismo culpar a compañeros de profesión provocar a los aficionados, para justificar el comportamiento del público del metropolitano. No olvidemos que la historia de Simeone con el Liverpool viene de atrás, cuando el entrenador se tocó los genitales en 2020 mirando a la grada después de que su equipo eliminara a los ingleses.
El caso Courtois
La temporada pasada vivimos uno de los episodios más tristes del fútbol español en los últimos años. En la previa al partido de Liga entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid, ya se barruntaba lo que iba a tener que soportar Courtois sobre el terreno de juego, y así fue. Tras un gol de los blancos, después de vivir un calvario, el portero belga celebró un tanto de su equipo, girándose a la grada. A partir de ahí comenzaron a lanzarse objetos y tuvo que detenerse el partido. Fue bochornoso ver a jugadores rojiblancos, y al propio entrenador colchonero, hablar con encapuchados para que pudiese reanudarse el partido. Pero peores fueron las palabras del entrenador rojiblanco en rueda de prensa, justificando la actuación de los aficionados culpando a Courtois de provocador.
Simeone ha protagonizado muchos enfrentamientos con aficiones contrarias y también ha encendido a estas aficiones con muchos de sus gestos, por lo que sorprende, y mucho, su reacción de ayer y las posteriores explicaciones. Estamos de acuerdo en lo que dice, no se puede permitir el comportamiento de muchos aficionados ante los profesionales y deberían ser expulsados de los estadios.
Pero no vale que las reacciones valgan para unos y no valgan para otros, y la reacción de Simeone ante el Liverpool no se puede justificar, como no se pueden justificar las de Vinicius y las de otros muchos profesionales que han tenido y seguirán teniendo. Los aficionados con este tipo de comportamiento deben ser expulsados, y los profesionales deben saber comportarse, sean cuales sean los colores.