El futuro de Vinicius Júnior en el Real Madrid atraviesa una encrucijada inesperada. Un escenario que parecía impensable hace tan solo dos veranos cuando el club rechazó aquella estratosférica oferta de Arabia. Según informa AS, el brasileño se encuentra hoy relegado en los planes de Xabi Alonso. Con contrato hasta 2027 y habiendo rebajado sus pretensiones para firmar una renovación, Vini ha visto cómo esas conversaciones quedaban en «stand by» tras el cambio en el banquillo y la disputa del Mundial de Clubes.
El nuevo rol de Vinicius en el Madrid
El atacante aceptó un sacrificio táctico –defender más, atacar menos– y su compromiso fue evidente. En los tres partidos donde fue titular, el Madrid ganó, y en los otros dos fue decisivo saliendo desde el banquillo. Sin embargo, su rol ha pasado a la alternancia con Rodrygo, abriendo una duda existencial: ¿es Vinicius una pieza esencial para el proyecto de Xabi Alonso o un balón de oxígeno para vender el próximo verano? «Son dos jugadores desequilibrantes. Es una posición en la que estamos bien cubiertos«, relató el tolosarra.
El propio futbolista mantiene un deseo firme de seguir en el Real Madrid y seguir ganando títulos. Pero también sabe que los tiempos juegan a su favor: con contrato hasta 2027, si el club no actúa, podría llegar a marcharse gratis, dejando al club sin traspaso alguno. De momento, tal y como cuenta AS, el mercado se mantiene en silencio. La oferta de Arabia Saudí ya no está encima de la mesa.
Los otros «casos Vinicius»
El «caso Vinicius» ha encendido todas las alarmas en el Real Madrid. Según detalla MARCA, otros grandes nombres se vieron en situaciones similares a la suya. De ser intocables… a ser traspasados por la puerta pequeña. Figo fue el primer galáctico de Florentino Pérez. El capitán del Barça era una promesa electoral de Florentino y contra todo pronóstico, el fichaje del portugués se hizo. Sin embargo, años después de este golpe magistral, Vanderlei Luxemburgo le mandó al banquillo y terminó en el Inter tras una amarga despedida. Ronaldo Nazario también pasó por ello. Fabio Capello no comulgaba con su forma de entender el fútbol y lo traspasó al Milan en 2007. Su adiós dejó una frase demoledora contra el técnico: «Se me parte el corazón, pero así es la vida. Doy las gracias a la afición, a la gente que me ha apoyado, a todos mis compañeros y a todos los entrenadores menos a uno«.
Al Madrid nunca le cuesta separarse de sus estrellas…
Iker Casillas, capitán y leyenda del madridismo, se vio relegado por Mourinho. El ‘Special One’ apostó por Diego López y no por el madrileño. Aunque Iker levantó la Décima con Ancelotti, el fichaje de Keylor Navas selló un final doloroso en 2015 con rumbo al Porto. El caso de Gareth Bale fue igualmente paradigmático. Protegido durante años por Florentino, el galés acabó apagado entre suplencias en finales de Champions, lesiones constantes y un clima de desapego con la afición que desembocó en una despedida gris. James Rodríguez, brillante en su primer año, se convirtió en invisible bajo Zidane. El francés siempre prefirió a su centro del campo fijo antes que dar hueco al colombiano, lo que terminó minando su estatus hasta relegarlo a la grada antes de forzar su salida.
Hasta Karim Benzema pasó por ello. Hoy Balón de Oro y leyenda viva del club, estuvo al borde de seguir ese mismo camino: Mourinho lo cuestionó públicamente, pidió fichajes para desplazarle y le llegó a comparar con un «gato» que no servía para cazar. Carlo Ancelotti y Zidane fueron los que cambiaron su destino, blindándole como el ‘9’ del futuro.
Y no fueron los únicos. Cristiano Ronaldo y Sergio Ramos también fueron dos mitos del Real Madrid… y que acabaron saliendo por la puerta pequeña del Santiago Bernabéu. El portugués quería quedarse en Chamartín, pero como Vini, exigía un aumento de salario para superar a Messi en LaLiga. Florentino Pérez se negó y el atacante se marchó después de la Décimotercera en Kiev. Por su parte, Ramos quería renovar por dos temporadas más con los blancos, cuando solamente se le ofrecía uno. La política de la entidad merengue cuenta que cuando uno supere los 30 años, su próxima renovación se hará en año en año. Cosa que el sevillano no estaba dispuesto en aceptar… aunque luego reculó. Pero ya era tarde. Vinicius tiene ejemplos, y todos han acabado de la misma manera: mal. La decisión recae en él.