El Real Madrid no puede aún con los grandes. La primera gran prueba de fuego del Real Madrid de Xabi Alonso se saldó con una dolorosa derrota por parte del vecino de la capital en el Metropolitano, el Atlético de Madrid. El encuentro, que daba como favorito al conjunto blanco por las sensaciones, juego y clasificación -había hecho pleno y ganado todo hasta ahora- tuvo de todo y finalmente el Atlético de Madrid se impuso desde el planteamiento, pasando por la actitud e intensidad de sus jugadores, hasta la pegada en las áreas y la contundencia defendiendo. El conjunto rojiblanco fue superior a un Madrid desdibujado, sin alma y que por momentos mostraba esa fragilidad que había anteriormente con Carlo Ancelotti la temporada pasada.
Xabi Alonso dejó claro que aún no es maestro y que debe corregir varios errores que pasaron factura a su equipo en un derbi que dominó Simeone de cabo a rabo. Primeramente, el planteamiento del partido no fue el correcto, o al menos, no fue como a Xabi le hubiera gustado que fuese. El técnico donostiarra dio entrada de inicio a Jude Bellingham y dejó en el banquillo a Franco Mastantuono. El argentino llegaba tras cuajar una actuación sublime ante el Levante y de anotar un golazo con la elástica madridista. Además, Jude no era titular desde el pasado 9 de julio ante el PSG en el Mundial de Clubes. El inglés no estuvo fino y persiguió sombras durante todo el encuentro.
El entrenador madridista explicó en sala de prensa tras el encuentro, por qué decidió darle la titularidad: «Necesitamos a todos. Jude es fundamental. No hemos conseguido entrar hasta ahí. Sin él éramos muy perdedores en los duelos. Nos han empujado y no hemos sabido sobreponernos. Las decisiones, a posteriori, las analizaremos, pero sacaremos cosas. No olvidaremos esta dura derrota. Duele, pero esto es un proceso. Hoy no hemos dado el nivel y tenemos que ser críticos. Hay que analizar el porqué e intentar mejorar. Esto es de sacar conclusiones y lo haremos», afirmó Xabi.
En segundo lugar, Xabi no trasladó el mensaje idóneo a sus futbolistas. Sus pupilos no mostraron ni igualaron la misma intensidad con la que salieron los pupilos de Diego Pablo Simeone. La defensa, muy blanda. El centro del campo, nulo en la fabricación de juego. Y en ataque, solo Güler y Mbappé mostraron atisbos de querer cambiar el partido. En muchas fases del encuentro, el equipo no mostró todos los aspectos del juego que hasta la fecha había ido realizando como la presión al rival, la circulación rápida de balón o el generar ocasiones para encerrar al Atlético. Es más, tanto fue así, que en la segunda mitad, el Real Madrid no disparó ni una sola vez sobre la meta de Jan Oblak.
Otra prueba exigente que no supera el Real Madrid
«Lo que más me preocupa es el porqué nos ha faltado esa intensidad. No hemos competido lo suficiente. Tendremos que subir el nivel, es lo que nos va a tocar», dijo Xabi Alonso, mostrando autocrítica tras el partido. Esa intensidad y el competir como había venido haciendo hasta el momento, no se vio en ningún momento en el Metropolitano, y el entrenador vasco deberá corregir y ordenar a los suyos lo que tienen que hacer y cómo hacerlo, en los siguientes partidos, ya que se viene un mes de octubre bastante exigente.
🎙️ @XabiAlonso: «Es la primera derrota y nos duele a todos».
📺 Rueda de prensa ➡️ RM Play— Real Madrid C.F. (@realmadrid) September 27, 2025
El tercer punto a destacar, es que el Real Madrid no puede con los equipos de mayor identidad. Hasta el momento, la prueba más exigente que había tenido fue ante el PSG en el Mundial de Clubes y el conjunto francés derrotó a los blancos 4-0, en un partido en el que los parisinos fueron también muy superiores. No se le dio mucha importancia, ya que el contexto en el que llegó Xabi era diferente al de ahora y apenas contaba con la mitad de los fichajes. Sin embargo, el primer examen de dificultad del nuevo curso, no lo superó y acabó con otra goleada.
Xabi volvió a incidir en rueda de prensa que el equipo sigue en «construcción» y que la derrota servirá para aprender y para no cometer los mismos fallos. Pero el club blanco exige siempre resultados y Alonso debe ganar, cuanto antes, un partido grande para mantener la estabilidad que había transmitido hasta el momento.