Del cielo al infierno en cinco días, esto es el Real Madrid, Xabi Alonso lo sabe perfectamente, y hay motivos para que la decepción sea mayúscula. En el Mundial de Clubes había excusas, recién llegado, sin tiempo, pero ante el Atlético de Madrid, después de un inicio de temporada tan esperanzador, llegó el mazado, y llegó a base de goles encajados. En sus dos partidos grandes, 9 goles encajados, una losa que deja tocado a cualquiera. Pero ambos partidos, además de los goles encajados, dejó otra reflexión, la falta de decisión del entrenador con algunos futbolistas.
Xabi Alonso y los partidos importantes
Son dos los partidos grandes desde que Xabi Alonso llegó al Real Madrid, y el balance no podía ser peor para el entrenador vasco. 9 goles encajados entre ambos partidos, con un equipo que fue superado en todas las líneas y pisoteado en el centro del campo. Repetimos que, ante el PSG, podía haber excusas, acababa de llegar, pero ante el Atlético de Madrid, se acabaron los peros, porque fueron totalmente dominados y solo dos latigazos eclipsaron, por momentos, el declive.
Pero no hay que olvidar que el Real Madrid ha tenido otro examen importante que ha pasado por alto porque se logró la victoria: fue el estreno en Champions League ante el Olympique de Marsella. Hasta la fecha, fue el partido más complicado para los blancos, precisamente en una competición de máxima exigencia, y el partido se ganó 2-1, con dos goles de penalti (el segundo muy dudoso), y después de comenzar el partido perdiendo. Hay que tenerlo en cuenta, porque en el día a día, la calidad del equipo puede con casi todos, pero cuando llegan dificultades, las costuras saltan, y de qué manera.
Las decisiones de Xabi Alonso
Es curiosos si analizamos todos los partidos de Xabi Alonso desde que llegó al Real Madrid y como, cuando no ha sido fie a sí mismo, el equipo lo ha pasado mal. En su estreno en el Mundial de Clubes, contra el Al-Hilal, su primer once fue un calco a los de Ancelotti, y el equipo no pasó del empate. A partir de ahí, empezó a aplicar cambios y el equipo lo ganó todo hasta semifinales. En el partido ante el PSG, lo cambió todo para meter en el once a un mermado Mbappé que venía de sufrir una dura gastroenteritis. El equipo se desdibujó y cayó una goleada.
Ante el Atlético de Madrid, también sucedió algo parecido. En contra de lo esperado, decidió meter a Bellingham en el once titular, cambiando todo lo que había hecho hasta la fecha, todo lo que había funcionado, por meter a un jugador que apenas lleva una semana entrenando con el grupo desde julio. Se notó su falta de ritmo, su falta de preparación para un partido tan grandes, y su entrada descompuso a un equipo el día que no tocaba.
Xabi Alonso ha demostrado que, en algunas ocasiones, no parece temblarle el pulso para sentar a sus estrellas, pero cuando realmente tiene que tomar decisiones por el bien del equipo en partidos grandes, la fuerza de ciertos jugadores choca con sus ideas. De lo contrario, no se explica cómo no intuyó que pudiera pasar lo que muchos ya vaticinaban antes del partido, que el inglés no estaba para jugar, igual que el francés no estaba para jugar con su ex equipo el día del PSG.
El Real Madrid, más allá de fichajes en el centro, que hacen falta, necesita que el entrenador identifique los problemas de una plantilla que necesita una vuelta para poder devolver el hambre a sus jugadores.