La victoria contundente victoria del Real Madrid ante el Kairat ha servido para calmar las aguas tras el terremoto sufrido el pasado sábado, pero la tensión en torno a la casa grande sigue siendo muy grande. Porque la contundente derrota ante el Atlético de Madrid ha generado un clima de terror en torno al madridismo que hacía mucho que no se vivía, el temor a una debacle en los partidos grandes. Lo que viene a partir de ahora, debe servir para volver a recuperar la confianza, se sumarán victorias, habrá algún tropiezo, lo normal, pero el impacto real se medirá cuando lleguen los próximos partidos importantes, y viene tres partidos gordos de aquí al 4 de noviembre, Juventus, Barcelona y Liverpool.
Un Real Madrid solvente, en partidos pequeños
El Kairat ha devuelto al Madrid a la senda de la victoria que tanto había ilusionado en este comienzo de curso, pero esa ilusión se ha esfumado de golpe. Con la calidad de la plantilla, hay de sobra para solventar trámites como el de ayer, y hay de sobra para ganar la mayoría de partidos del campeonato de Liga, aunque, sin duda, habrá empates y derrotas durante todo el año, lo habitual en fútbol.
El Real Madrid afronta este sábado uno de los partidos difíciles del campeonato de Liga, la visita de un Villarreal que quiere hurgar en la herida. Hay confianza en que los de Xabi Alonso logren los tres puntos en casa, visto lo visto, pero ahora se va a mirar todo con lupa. Porque se quiere ver una reacción real, y, sobre todo, se quiere ver a un equipo que reme en la misma dirección, y que se dejen de lado unos egos que pueden hacer daño a la plantilla. Lo que ocurra en este tipo de partidos, por desgracias para el club, poco va a contar, porque los exámenes gordos llegan al final de mes, y lo que pase ahí va a marcar, sin duda, lo que ocurra en la temporada.
Tres exámenes para el Real Madrid
El Real Madrid inicia el mes de octubre con la vista puesta en el final de mes, con dos partidos en casa que estará obligado a ganar si quieren recuperar una confianza que se perdió en la pasada temporada y que se ha vuelto a perder con la derrota ante el vecino. Primero llega la Juventus, el más fácil de los tres sobre el papel, tres días después, el Barcelona, el más emocional de todo, para concluir el 4 de noviembre visitando a todo un Liverpool, uno de los grandes candidatos de la temporada a ganarlo todo.
Para entonces, Xabi Alonso, si no ocurre nada durante el camino, debería contar con sus herramientas principales, y tendrá que tener más que definido el equipo con el que quiere recuperar la intimidación que ha provocado el Real Madrid en los últimos años. Tiene mucho que perder en estos tres partidos, también mucho que ganar, pero menos.
Un balance muy negativo
Desde la última Champions League, el equipo blanco ha jugador 18 partidos contra rivales de gran entidad, y solo ha logrado la victoria en 6 de ellos. Sin embargo, en los partidos grandes donde se ha puesto en juego el prestigio del club, el golpe ha sido duro, como la lluvia de goles recibida en los cuatro clásicos ante el Barcelona la temporada pasada, las derrotas con el Arsenal en Champions sin tener ninguna opción, y la goleada del PSG en el Mundial de Clubes.
El Real Madrid de los últimos años se ha caracterizado por sobreponerse a las adversidades, por ganar partidos imposibles, por tumbar a los grandes rivales, pero eso ahora ha desaparecido. La plantilla debe recuperar el gen que ha hecho grande al Real Madrid y la cosa, no pinta muy bien en estos momentos. Xabi Alonso tiene la difícil papeleta de enderezar a un vestuario demasiado joven que ya lo ha ganado todo, y eso no es sencillo.