La nueva era de la F1 esta cada vez más cerca: los días, las semanas, los meses, siguen avanzando y en poco más de tres meses, ya podremos ver los nuevos monoplazas sobre el asfalto, cuando se inicien los primeros test de pretemporada. Aston Martin trabaja con Honda para lograr la mejor potencia y el mejor chasis y así poder luchar con los mejores los próximos años. La unidad de potencia es uno de los grandes retos, ya no solo para los británicos, para todos los fabricantes, que, aun estando convencidos de sus opciones, temen no poder estar a la altura.
La unidad de potencia de Aston Martin
Todo hace indicar que Aston Martin, gracias a Honda, contará con una unidad de potencia capaz de plantar cara a Mercedes, los que parten como favoritos para el próximo año, (Mercedes como suministrador, no como equipo, que también entra en las principales quinielas). Pero tampoco hay que olvidarse de Ferrari, Audi y Red Bull Powertrains, que también trabajan en sus propias unidades de potencia para la próxima temporada.
Una de las grandes dudas en torno al nuevo reglamento, es qué pasa si alguno de los fabricantes no está a la altura y necesita implementar cambios en los motores. ¿Podría hacerlo?
La normativa de la FIA
Según el artículo 4, sección C, del reglamento técnico de la propia FIA, en el trascurso de las primeras cinco carreras de una temporada de la F1, el organismo estudiará el rendimiento de los motores de combustión interna (ICE) de cada uno de los fabricantes, es decir, los motores de cada escudería. Con estos estudios se podría calcular un promedio de la potencia, y si alguna de las unidades de potencia presenta un rendimiento de su ICE del 3% o por debajo del motor más potente de la parrilla, la FIA puede conceder la categoría ADUO (Oportunidad Adicional de Desarrollo y Mejora).
La categoría ADUO, según el Artículo F5 2.7 Sección F – Límites de pruebas en banco (PUTB)’, permite a los fabricantes que estén por debajo de estos datos de rendimiento, recibir un 30% de horas de funcionamiento del banco de motores durante un tiempo de 12 meses, con el objetivo de introducir mejoras adicionales y así poder cerrar la brecha con sus rivales.
Es importante tener en cuenta que esta normativa, para aplicarse, debe contar con el visto bueno de la FIA, quien tiene la potestad para aplicarla o revocarla en virtud de los resultados en pista.
Un caso parecido con McLaren
En el recuerdo del automovilismo español, queda la segunda etapa de Fernando Alonso en McLaren. En el año 2014, recién instaurada la nueva reglamentación de la F1, la marca nipona no fue capaz de fabricar una unidad de potencia para competir con sus rivales. Viendo el déficit de su motor, la FIA concedió la posibilidad de a Honda de trabajar excepcionalmente en mejorar las prestaciones.
Pero en estos momentos, este escenario no parece factible por la supuesta simpleza de los nuevo motores. El responsable de monoplazas de la FIA, Nikolas Tombazis, no espera que esta situación vaya a darse en 2026. «En primer lugar, no creo que vayamos a tener una situación en la que un fabricante tenga una ventaja tan grande como en 2014». Es cierto que «los motores no son tan sencillos como nos hubiera gustado. Honestamente, queríamos simplificarlos aún más, pero recibimos mucha resistencia de algunos fabricantes. Aun así, los nuevos motores siguen siendo más simples que la generación actual».