Otra vez, llega el momento Raúl Asencio. Ésta vez, de central. El canterano del Real Madrid apunta a ser titular en un tramo importante del curso. Con las lesiones de Dean Huijsen y de Antonio Rüdiger, el canario vuelve a estar en el primer plano. Contra el Getafe, será titular. Sólo falta saber si compartirá zaga con Éder Militão o con David Alaba. El brasileño tiene todas las papeletas aunque el austríaco también pide su sitio. En el caso de Asencio, su paciencia y redención han dado razón de él: antes, apenas contaba. Ahora, es fundamental para Xabi Alonso. Y no sólo como central.
Raúl Asencio, ejemplo de carácter
Raúl Asencio es un ejemplo de carácter. De superación. El 9 de noviembre de 2024, el canterano fue catapultado a la élite. Tras la desafortunada rotura de cruzado de Militão, un joven con el dorsal ’35’ saltó al césped del Santiago Bernabéu tras media hora de juego. Y, nada más vestirse de corto, ‘Rulo’ reventó las puertas. Diez minutos después de suplir a Éder, asistencia de 50 metros a Jude Bellingham. En un cuarto de hora, la vida del canario cambió drásticamente. Ya no era jugador del Castilla, sino uno del primer equipo del Real Madrid.
Y se siguió ganando el puesto. Al principio, Ancelotti no le daba toda la confianza que necesitaba. Llegó a poner a Tchouaméni en la zaga. Pero cuando el francés empezó a titubear, Raúl volvió. Y se reivindicó. En la segunda parte del curso, era inamovible. Se «comió» a Erling Haaland y fue clave contra el Atlético de Madrid en Champions. Sobre todo por aquel recorte a Rodrigo de Paul en mitad del campo cuando los colchoneros salían en una contra estelar.
No obstante, llegaron Xabi Alonso y el Mundial de Clubes. En Estados Unidos, Asencio se complicó la vida. Tras cometer un penalti ante el Al Hilal y ser expulsado en apenas seis minutos contra el Pachuca, el tolosarra le condenó. Jugó el tiempo extra ante el Borussia Dortmund y ante el Paris Saint-Germain volvió a la titularidad… pero tampoco convenció.
La redención
Durante el verano, Raúl Asencio se machacó. A pesar de haber tropezado en tierras estadounidense, el canario estaba listo para remar a contracorriente. No le quedaba otra. Además, siempre ha querido quedarse en el Real Madrid. Su sueño es triunfar de blanco, no otra cosa. Y se puso manos a la obra. En pretemporada, siempre era de los primeros en llegar a Valdebebas. Nunca ponía una mala cara. Se mantenía a disposición de Xabi Alonso en todo momento. Los tres primeros partidos del curso, los vio desde el banquillo. Pero después del primer parón, la cosa cambió.
Y no lo hizo como central, sino de lateral derecho. Contra la Real Sociedad, el Olympique de Marsella, Levante y Kairat Almaty, Raúl Asencio se hizo dueño del costado diestro. Con las lesiones de Dani Carvajal y Trent Alexander-Arnold, el canterano tuvo que sacrificarse. Y en todos estos partidos, cumplió con creces. Tanto, que se volvió a ganar el sitio en la zaga. Y ahora, apunta a jugar los partidos contra el Getafe, Juventus y Barcelona.
«Estar aquí es lo mejor que te puede pasar«, decía él después del partido contra el Espanyol. Raúl Asencio es el futuro del Real Madrid, y peleará para seguir siéndolo. El fútbol va por ciclos, todo puede cambiar muy rápido. ‘Rulo’ es prueba de ello. Irrumpió cuando nadie le esperaba. Y siempre cumplió. Cuando cayó, supo levantarse. Siempre mirando hacia arriba, aprendiendo de los errores cometidos. Tiene el ADN madridista. Llevar la camiseta merengue, para él, no es solo un orgullo: es una responsabilidad. Estar en el mayor club de la historia tiene su peso, y Asencio está dispuesto a cargar con ello.