Fernando Alonso ha vuelto a mostrar su carácter. En pleno Gran Premio de Singapur, el asturiano estalló por radio contra su ingeniero de pista, dejando claro que la relación con Andrew Vizard está bastante lejos de ser la ideal. El piloto de Aston Martin considera que necesita un cambio para 2026, una temporada que marcará un nuevo comienzo en la Fórmula 1 con coches e ingenieros adaptados al gran cambio de reglamento.
La tensión entre Fernando Alonso y su ingeniero sigue creciendo
La paciencia de Alonso se agotó. Durante la carrera en Marina Bay, después de una parada en boxes que rozó los diez segundos, el español perdió los nervios. «Si me hablas cada vuelta, desconecto la radio«, dijo en plena carrera. Fue, de hecho, pocas vueltas después de que los mecánicos fallaran en boxes, tardaran 9 segundos en completar el cambio de neumáticos tras pillarse la pistola, y casi arruinen la carrera del español.
Esta frase reflejó un problema que viene de lejos. Porque Fernando Alonso lleva meses incómodo con su ingeniero actual, a quien considera poco preciso y demasiado insistente en momentos clave. Desde hace tiempo, el piloto arrastra roces con Vizard -heredado del equipo de Lance Stroll- y el episodio de Singapur fue solo la gota que colmó el vaso.
El equipo de Silverstone vive un momento delicado. Después de una buena recuperación a mitad de año, los resultados parecen haber caído y el ambiente interno se ha tensado. Alonso sigue siendo la referencia del proyecto, pero siente que su experiencia no se está aprovechando al máximo.
En 2025, Alonso cambió a Andrew Vizard por Chris Conin, con quien trabajaba desde 2023
A esto se suma la llegada de grandes nombres al área técnica. Desde Enrico Cardile, procedente de Ferrari, y Adrian Newey, el genio detrás de los Red Bull campeones del mundo. Dos fichajes que pretenden relanzar a Aston Martin, pero que también han aumentado la presión dentro del garaje.
Alonso, que firmó para competir hasta 2026, quiere que ese nuevo ciclo llegue con cambios profundos. Entre ellos, un ingeniero con el que tenga más química, más entendimiento y menos interferencias durante las carreras.
Y es que, desde este 2025, Chris Cronin, quien fuera su primer ingeniero de pista desde que llegase a Aston Martin en 2023, no continúa como su ingeniero de carreras. Cronin fue ascendido esta temporada a un rango superior dentro de la escudería, si bien el asturiano siempre dijo que con él se entendía perfectamente, y sus indicaciones eran las justas y precisas. Empezaron a trabajar juntos desde marzo del 2023 por los mejores resultados posibles. La labor del ingeniero es clave para que el piloto en pista entienda cada situación, por eso el contacto del asturiano siempre ha sido muy continuado con el británico.
Antes de estar con Fernando Alonso, Vizard fue el ingeniero de pista de Lance Stroll
Por esta razón, el equipo optó porque sea Andrew Vizard el que ocupe ahora esa posición. Pero a Fernando Alonso no le ha venido tan bien como quisiera. Vizard es también ingeniero de carreras en el equipo de Silverstone. Y antes de unirse a Aston Martin, trabajó en Williams junto a Alex Albon hasta 2021, y con Sargeant en 2022, donde destacó por su experiencia «en el manejo y seguridad de datos en entornos de alta competencia», como sobresale en el perfil del equipo verde. Anteriormente, el británico pasó por el extinto equipo Manor Racing, por McLaren y fue iniciado en Red Bull.
Después de haber trabajado durante cinco años en Williams, Andrew Vizard fue fichado por Aston Martin. Entonces, en 2023, mientras que a Alonso se le había asignado a Conin, Andrew fue el ingeniero de pista de Lance Stroll, tanto en ese 2023 como en 2024. Lo hizo reemplazando, a su vez, a Ben Michell, quien fue promovido a jefe de optimización de rendimiento de los coches de Silverstone.
Como ingeniero de pista, Vizard es responsable de la comunicación directa con el piloto durante las sesiones en pista, proporcionando información crucial sobre el rendimiento del monoplaza y las estrategias de carrera. Su papel es esencial para optimizar el desempeño del piloto y del monoplaza en cada momento. Así, desde el test de Bahrein de 2025, Andrew Vizard es el ingeniero en carreras de Fernando Alonso.
El problema no es nuevo
El caso es que lo ocurrido en Singapur no es un caso aislado. Ya en Zandvoort se llegaron a escuchar mensajes de frustración similares, después de ciertas decisiones estratégicas desde el muro que perjudicaron su resultado. «¡Siempre me ponéis en puto tráfico! Vamos a hacer undercut con esta gente, no sé, haced algo…!», esputaba contra su ingeniero. El piloto pedía una estrategia distinta después de que la mala suerte se cebase nuevamente con él en Holanda.
Todos, claro, saben que Fernando Alonso es exigente y perfeccionista, y cuando siente que el equipo falla, lo expresa sin miramientos. Su entorno asegura que el piloto no busca polémica, sino que solamente sirva para mejorar y que esos fallos no se repitan. El astur exige un entorno de trabajo limpio y una comunicación fluida para evitar errores que resten posiciones. Por eso ha trasladado al equipo su deseo de contar con un nuevo ingeniero de pista a partir del próximo año.
La exigencia constante de Fernando Alonso
Es cierto que en plena tensión de las carreras, es habitual que los pilotos descarguen su ira o su frustración con la única persona con la que puede comunicarse por radio, su ingeniero. Sin embargo, en más de una ocasión Fernando Alonso ha dejado entrever su descontento con Vizard y la falta de sintonía entre ambos.
El calendario apura y, como ya dijera el mismo Alonso, 2026 asoma como una temporada decisiva. La Fórmula 1 cambiará por completo con los nuevos motores híbridos y un reglamento aerodinámico distinto. En Aston Martin creen que pueden dar un salto adelante si logran consolidar un coche competitivo y un entorno técnico sólido, como vienen trabajando en ello.
Alonso lo sabe, y por eso quiere dejar todo preparado cuanto antes. Su objetivo no es otro que el de estar en disposición de pelear por podios -y si el coche responde, por victorias– cuando arranque la nueva era. Pero para eso, insiste, necesita un ingeniero que «hable su mismo idioma» dentro del muro.
Porque Fernando Alonso no ha perdido el hambre. A pesar de que los resultados no terminan de reflejar su esfuerzo, el asturiano sigue siendo de los pilotos más regulares de la parrilla. Este año ha perdido entre 30 y 40 puntos por errores del equipo. Pero también por la fiabilidad de su coche, como la rotura del motor en Mónaco cuando iba sexto.
Pero aún así, Alonso sigue estando en la pelea por acabar el año no solo entre los 10 mejores del Mundial de F1; sino que incluso tiene ciertas posibilidades de cerrar el campeonato entre los ocho primeros. Esto, sabiendo que hasta la novena carrera su casillero estaba a cero puntos.
Todo esto explica por qué el bicampeón ha pedido un cambio de ingeniero. Alonso busca un entorno más cómodo y una comunicación más fluida en carrera, convencido de que un ajuste en ese aspecto podría devolverle las sensaciones de sus mejores días. En el equipo reconocen que su exigencia constante es lo que impide que nadie se relaje.