Rodrygo volvió al once ante el Getafe y sentó a Vinicius, ya no es noticia que esto paso, y más por el contexto, el del calendario que le espera al Real Madrid. Era una buena oportunidad de poner al 11 de titular dado su buen rendimiento con Brasil y no sobrecargar a un Vinicius que va a ser titular este miércoles ante la Juventus y el domingo ante el Barcelona. Y ater quedó demostrado, de nuevo, quien está por encima.
Rodrygo, una nueva titularidad
Rodrygo volvió al once y, más allá de las conclusiones que se puedan sacar en su comparación con Vinicius, está claro que vuelve a contar, que se está ganando tener minutos con un Xabi Alonso que no le tenía en sus planes. Jugó casi todo el partido, 85 minutos, empezando de titular por la banda izquierda, y volviendo a la banda derecha cuando entró su compatriota en el campo, con el que volvió a coincidir sobre el verde. No tuvo un partido brillante, pero lo intentó, encaró, creo peligro y estuvo muy activo durante muchos tramos del partido.
Por otro lado, se notó que ha jugado poco con Mbappé en esa posición, y tuvieron algún error a la hora de encontrarse, alguna falta de entendimiento fruto de los pocos minutos que han coincidido, nada que no pueda cambiar a medida que vayan acumulando tiempo juntos.
Un partido en los banquillos
Pero el partido ante el Getafe, como era de esperar, estaba siendo complicado, un rival que conoce bien cuáles son sus armas y cómo utilizarlas, y lo cierto es que estaba anulando a un Real Madrid, que apenas generaba ocasiones de peligro (había llegadas, disparos a puerta, pero no eran situaciones claras). Quizá, la suplencia de Vinicius, además de por lo que viene en el calendario, tenía que ver con esto: si el partido se atascaba, un revulsivo como el brasileño para la segunda mitad, podía cambiarlo todo, y así fue.
Xabi Alonso también parecía tener la idea clara, fue madurando el partido hasta que fue cambiando las piezas para ir a por el partido. A partir del minuto 60, el equipo blanco comenzó a lanzarse al ataque. El partido pedía amenaza, desborde, un agitador que moviera el avispero, y el partido cambió por completo con la entrada de Vinicius, y funcionó a la perfección.
La realidad con Vinicius
Su salida al campo lo cambió todo: los futbolistas del Getafe vieron una amenaza en el brasileño, que, desde el primer balón, demostró que está un peldaño por encima de su compatriota. Logró desquiciar a un equipo acostumbrado a desquiciar a su rival. Quizá se equivocaron en buscar al brasileño, en provocarle, porque lograron el efecto contrario. Forzó dos expulsiones, la primera fue clave porque Nyom salió al campo para frenarle y vio la roja directa a los 38 segundos de entrar. Y en la siguiente jugada llegó el gol del Real Madrid.
Forzó una segunda expulsión, tras recibir una patada por detrás de Sancris fruto de ese desquicie colectivo del conjunto azulón desde que el brasileño había entrado al campo. Una patada inocente, sin mucha intensidad, pero sin balón, sin venir a cuenta, una temeridad que le costó la segunda amarilla (después pidió perdón por lo que había hecho).
La realidad es que Vinicius parece estar mejorando, cambió el partido desde que salió al campo y fue el agitador que necesitaba el Real Madrid para lograr los tres puntos. Volvieron a sobrarle algunas actitudes antes vistas por él, pero el Getafe le buscó, y él reaccionó. En lo deportivo, demostró que está por encima de su compatriota, por encima de casi todos, menos de un Mbappé, que volvió a aparecer. Vini ya no es el líder absoluto del equipo, pero sí sigue siendo lo suficientemente bueno para ser uno de los líderes del equipo.