Vinicius Júnior vuelve a ser el de antes. El brasileño ha respondido presente en un partido grande. En el Clásico, el carioca fue providencial en el 2-1 del Real Madrid contra el Barcelona. No marcó, ni asistió. Pero Vini fue desequilibrante y desató la locura en el Santiago Bernabéu. Eso sí, salió mosqueadísimo después de su cambio. Pero se le puede entender: su actuación estaba siendo soberbia. Su energía fue eléctrica. Al final del choque, fue uno de los jugadores que encendió la tangana y que se encaró con Lamine Yamal después de las polémicas declaraciones que tuvo el ’10’ azulgrana. Radiografía de un partidazo.
Vinicius brilló en el Clásico
Vincius se la jugaba en el Clásico, pero respondió con brillantez. El extremo izquierdo del Real Madrid formó una delantera de dos con Kylian Mbappé. Aunque el francés respondió con gol, el carioca lo hizo al ritmo de su samba: velocidad y mucho impacto. En 72 minutos disputados, Vini facturó el 83% de sus regates (5/6), dio un pase clave, tiró tres veces (uno a puerta) y ganó el 63% de sus duelos (7/11). También recuperó un balón. Provocó un penalti, aunque Soto Grado y el VAR se lo anularon. Su compromiso con sus compañeros fue total. Está recuperando su mejor versión. Poco a poco. En los últimos meses, se le reprochó no aparecer en los grandes partidos. Ahora, el brasileño da un golpe encima de la mesa.
Su cambio y el rifirrafe con Lamine Yamal
Eso sí, Vinicius también fue polémica durante el Clásico. Primero por su cambio. En el 72′, Rodrygo le sustituyó. Algo que el ‘7’ no entendió. Cuando vio su número en el panel, no se lo creía. Hizo grandes gestos y no ponía buena cara. Es más, cuando salió del verde, ni siquiera saludó a Xabi Alonso y se fue al vestuario, aunque regresó a posteriori al banquillo. El tolosarra no le dio mucha importancia: «Me quedo con muchas cosas positivad del partido y de Vinicius. Pero no quiero perder el foco de las cosas importantes. Vini ha sido muy importante hoy […] Hay muchas personalidades dentro del vestuario, tiene que saber cómo tratarlas«.
Luego, Vini también tuvo su rifirrafe con el banquillo del Barcelona y con Lamine Yamal. Celebró eufóricamente la expulsión de Pedri desde la zona técnica y durante todo el partido, el brasileño reprochó al ’10’ azulgrana sus declaraciones en la ‘Kings League’. Lamine no estaba haciendo un gran partido, y Vini no dejó de recordárselo: «¡Sólo das pases hacia atrás!». Al final del partido, el internacional español ‘se calentó’ y mandó al carioca a los vestuarios para seguir con su discusión. El ‘7’ no dudó y se marchó corriendo al túnel.
Asume sus nuevas responsabilidades
Finalmente, no quedó en nada. Pero hay un mensaje claro en todo esto: Vincius está de vuelta. Digan lo que digan. Es su manera de jugar, de disfrutar. Es su samba. En los tres últimos encuentros antes del Clásico, el atacante marcó el paso. Frente a la Juventus, fue clave en la acción del gol de Jude Bellingham. Sus movimientos dentro del área y un disparo que se estrelló en el poste de Di Gregorio cambiaron la dinámica de un duelo que parecía destinado al empate. Ante el Villarreal firmó un doblete, mientras que contra el Getafe, saliendo desde el banquillo, forzó las dos expulsiones de los azulones. Vinicius ha vuelto a disfrutar sobre el campo.
Pero también aprendió a abrazar su nuevo papel. A veces, «menos importante», o eso parecía. A lo largo de la temporada, Xabi Alonso lo ha dejado de inicio en el banquillo tres veces: ante el Real Oviedo, el Marsella y el Getafe. En todas, respondió con impacto. En el Coliseum, forzó dos expulsiones que abrieron el camino al gol de Mbappé. En Oviedo, entró en la segunda parte y participó en dos tantos. Y en Champions, ante el Marsella, provocó el penalti que selló el triunfo tras la roja a Carvajal. Ha sabido adaptarse a su rol.
