Xabi Alonso y el regreso de Mourinho al Real Madrid. Todo ha cambiado… pero está al límite

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El fichaje de Xabi Alonso por el Real Madrid ha supuesto un antes y un después en el club a la hora de la gestión del vestuario y algunos otros aspectos con los jugadores en el día a día. La etapa anterior con Zinedine Zidane y Carlo Ancelotti se caracterizó por el respeto al status de los veteranos (algo que no fue mal), mientras que los jóvenes solían tener los minutos contados y debían entrar muy de vez en cuando y poco a poco al terreno de juego, sin importar si su rendimiento fuera bueno o malo.

Pero con la llegada del técnico tolosorra han cambiado muchas cosas. Para empezar, ningún jugador tiene el puesto asegurado. Son muy pocos los futbolistas que lo han jugado prácticamente todo. Courtois en la portería, Huijsen y Militao (sin contar las lesiones), Tchouameni y Valverde en el centro del campo y Mbappé en la delantera conforman la columna vertebral del equipo.

El resto de jugadores han ido entrando y saliendo dando minutos a prácticamente todos los futbolistas del primer equipo. Y es que Xabi Alonso, desde el primer día, ha impuesto la premisa de que todos tienen que correr y trabajar más en la parcela defensiva. Y si no lo hacen, no jugarán. Es simple. Por el momento, los resultados le avalan y desde el club están muy contentos de las nuevas medidas implantadas por su entrenador, pero en el fútbol todo depende de las victorias. Y el Real Madrid lleva 12 de 13 victorias en este inicio de curso.

Xabi impone su ley

El tolosorra ha implementado una mayor disciplina basada en sesiones de trabajos físicos y un uso intensivo del análisis en vídeo. Enfocándose tanto en el aspecto grupal como individual. Xabi Alonso quiere y exige más disciplina y orden en los entrenamientos, siendo muy importante la puntualidad a todas y cada una de las sesiones, desde el trabajo en el gimnasio como las de video y los propios entrenamientos y convocatorias.

Los nuevos métodos de trabajo no han tenido la misma aceptación en todo el vestuario. Y es que, entre los jugadores más veteranos, empieza a notarse cierto cansancio y frustración. Algunos sienten que las nuevas directrices les han restado margen de decisión en el campo. Y que la exigencia diaria ha aumentado de forma considerable.

Varios futbolistas, acostumbrados a triunfar bajo otras dinámicas (como las de Ancelotti), no han recibido bien las nuevas imposiciones. El malestar ha ido creciendo y algunas tensiones ya han salido a la luz pública. En el club lo interpretan como algo natural. Especialmente tratándose de jugadores con mucho peso en el vestuario, que durante años gozaron de un estatus de intocable.

Cierre de Valdebebas

Una de las medidas más visibles en esta nueva etapa ha sido el control más estricto sobre los entrenamientos y las áreas internas del club. El acceso ha quedado limitado al personal esencial, con el propósito de reforzar la concentración del grupo y la privacidad del trabajo diario. Este enfoque más cerrado ha tenido un efecto inmediato. Desde la llegada de Xabi Alonso, las habituales filtraciones de alineaciones previas a los partidos prácticamente han desaparecido.

El técnico también ha restringido la entrada al vestuario y a zonas de entrenamiento a asistentes, allegados y miembros del entorno de los jugadores, buscando crear un espacio más reservado y profesional. Antes era común ver a familiares, representantes o amigos compartiendo momentos con los futbolistas, pero esa dinámica ha cambiado por completo. Xabi Alonso y su cuerpo técnico han insistido en que el vestuario debe ser un entorno protegido, donde prevalezcan la confidencialidad y el respeto absoluto por la intimidad del grupo.

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